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Cartas al director

La desfachatez de Sánchez

Es descarada la actuación de nuestro presidente siempre con doblez y sin dar una sola muestra de rigor ni sinceridad, utilizando el subterfugio de «cambio de opinión», para justificar su burla al pueblo; hoy se pronuncia con firmeza respecto a la ilegalidad de unos hechos y mañana le da la vuelta para afirmar que ese mismo hecho es totalmente legal y que él no engaña, es que cambia de opinión. Eso yo lo califico como pronunciamientos de una persona que no tiene ni un ápice de vergüenza. Como dice Ramón Arcusa: «Está claro que a Sánchez se le puede clasificar como truhan; lo de señor es otra cosa». Me siento, como una gran mayoría de españoles, despreciado y humillado. Un presidente de gobierno pactando sonriente con filoterroristas sus votos para seguir en la Moncloa.

Se niega a admitir que en las elecciones generales del 23-J, su fracaso ha sido muy significativo; perdió de una forma considerable, debiendo tener presente lo que era un hecho real, el pueblo no le quiere y se lo muestra con los abucheos y broncas, además de con el voto. Su colonización de los medios de comunicación, de la justicia en su grado más alto y de numerosas instituciones, nos muestra a dónde quiere llegar este déspota y a dónde nos quiere llevar. Claro, sin ninguna mayoría que le permita componer su nefasto gobierno, vive sometido y arrodillado a los más sucios de la política española: ultra comunistas, filoterroristas, golpistas e independentistas. Con este reparto, ¿hacia dónde vamos? Las arcas públicas están en quiebra. Estamos al albur de Otegui y de Puigdemont, además de los más irracionales comunistas que harán de nosotros lo que les dé la gana, pues fray Mentiras consentirá todo lo que estos le exijan. Dice Alfonso Rojo: «A estos progres les da igual ETA que Hamás, porque siempre apuestan por los asesinos». En nuestra democracia, hemos vivido en paz y sosiego y en crecimiento social y económico, hasta que llegó este inútil y malvado presidente, que favorece con la ilegal amnistía y el indulto a los suyos. No podemos consentir la invasión, por parte del gobierno, a las principales Instituciones del Estado y, sobre todo, a la Justicia. Si aceptamos todo esto, puedes proclamar seguro que estamos perdidos y que nuestro País será uno más de los que tienen que soportar una dictadura.

Pablo D. Escolar

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