Cartas al director
El progre(sismo) de Meloni
Un sismo o terremoto es un movimiento brusco de la tierra, causado por la liberación repentina de energía dentro de la misma tierra y el término progresista viene de los progressives británicos de finales del siglo XIX, término que se atribuye a una reforma, a una supuesta revolución.
Meloni viene pisando fuerte, como si de un sismo se tratase, sin que nadie lo esperara, pero de progresista no tiene nada… o eso dicen, porque ahora lo tradicional es dinamitar lo que un día fue una nación unida. La realidad es que Meloni es la única que está plantando cara a la inmigración ilegal, que con dos dedos de frente (o la palma entera, según algunos) ha hecho lo que otros dirigentes de los países hermanos no se han atrevido a hacer, decir basta.
Abogando por una política más estricta, o séase teniendo cierta coherencia con la situación actual, Meloni, a diferencia de Emmanuel Macron o Pedro Sánchez, ha cogido el toro por los cuernos, ha apostado por la seguridad de sus ciudadanos, y no solo eso, ha abierto un debate casi tabú (y sin casi) en Europa, haciendo, al menos, abrir un ojo a Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Lo aterrador de esto no es que a Europa le cueste despertar, sino que ese despertar solo se empiece a dar cuando se llevan por delante a alguno de los nuestros, porque sí, hay «nuestros» y hay «suyos», siempre lo ha habido, incluso cuando se ondea la bandera del buenismo, bandera que lleva tiempo manchada de sangre… de la de los nuestros.