¡Habrase visto!

En su panegírico del independentismo catalán, en Bruselas, en el que negó que fuese terrorista, y añadió –sin rubor alguno– que los jueces absolverán a los imputados, se quedó con una frase en la punta de la lengua, aunque por el hilo del discurso lo daba a entender. Era repetir lo que dijo sobre el fiscal general del Estado y lo que piensa del Tribunal Constitucional: «Porque ¿de quién son los tribunales?». No sé si al presidente le ha leído alguno de sus consejeros o el mismo Bolaños el artículo 573 del Código Penal tal como lo redactó la Ley Orgánica 2/2015, de 30 de marzo, y aunque, al contrario de Sánchez, los jueces no son míos, considero que tienen suficiente materia legal para llevar a la trena a bastantes activistas que con el fin anticonstitucional de declarar la independencia incendiaron lo que se encontraban en las calles, lanzaban adoquines contra las Fuerzas de Orden Público, tomaron carreteras, estaciones, aeropuerto... Y Sánchez, cual si fuese Maduro, asume la función judicial y emite sentencia, y todo como si fuese Sara Montiel cantando el «Ven y ven», moviendo el dedo para atraer a Puigdemont. Le queda la tarea de reformar el Código Penal, como hizo con el delito de sedición para que el terrorismo en la redacción actual pase a mejor vida. Como diría alguna de las mujeres de mi pueblo ¡habrase visto...!