Inteligencia artificial y discurso reflexivo

Son múltiples las perspectivas desde las que la inteligencia artificial está siendo abordada en los medios de comunicación, desde visiones apocalípticas que auguran el fin de la raza humana hasta las que defienden el carácter mesiánico de esta nueva realidad; ahora bien, ante tal mare magnum de visiones y el papel que socialmente está paulatinamente adquiriendo, Mari Ángeles Hermosilla, catedrática de Teoría de la literatura y Literatura comparada de la Universidad de Córdoba, apuntó en el seno de un seminario dedicado a la hermenéutica de la lectura una clave fundamental para, si no entenderla en su totalidad, sí al menos aproximarnos a ella desde una óptica crítica.

Apuntaba la profesora Hermosilla que resulta innegable la capacidad de la inteligencia artificial para construir un texto, aunque, eso sí, descriptivo y expositivo: esta herramienta es capaz de, a partir de la ingente cantidad de información con que cuenta la red, generar discursos e incluso reformularlos a gusto de quien los solicita en un proceso cada vez más sofisticado que afecta hasta a cuestiones de estilo.

Sin embargo, hacía hincapié Mari Ángeles en ese carácter descriptivo, expositivo, basado en la retórica de la oquedad, de la simple acumulación y formulación lingüística de lo ya dicho como prueba de la incapacidad de la inteligencia artificial para construir un discurso reflexivo cuya raíz sea la argumentación, que suponga una aportación socialmente valiosa; esta tarea se encuentra reservada únicamente al ser humano, aunque solo después de un proceso que necesariamente pasa por lecturas, enjuiciamiento y cavilación y, solo entonces, será posible «decir algo mejor que el silencio», Hermosilla dixit.