Cartas al director
No son todos los que están
No todos los votantes franceses de la hija de Jean-Marie Le Pen son unos nostálgicos de la 'recolonización' de Argelia, ni todos los partidarios del Partido Republicano estadounidense unos fanáticos embelesados por los bisontes norteamericanos, como tampoco los italianos que dieron su voto a Georgia Meloni en las elecciones del 25 de septiembre de 2022 aspiran a resucitar a Benito Mussolini o en España los de Vox más de lo mismo con la figura de Franco, y en Alemania los de AfD con la de Hitler.
Ni son todos los que están ni están todos los que son, porque nada es inamovible, entre otras, dar por sentado que en el Occidente político las décadas vividas de tradicionalismos conservadores y socialdemócratas, trufadas en ocasiones con liberales y, más recientemente, verdes, perdurarían por siempre como único argamazón democrático.
Las razones que motivan el auge de estos movimientos neopopulistas no se encuentran ni en Franco ni en Hitler ni en Mussolini, ni tan siquiera en 'bisontes argelinos'. El sistemático despliegue peyorativo que reciben estas formaciones por parte de determinados medios de comunicación, flaco favor le hace al espíritu democrático, porque quienes les votan –salvo excepciones– son ciudadanos tan respetables como los que votan a partidos socialdemócratas y/o conservadores.