Las instituciones del Estado y la Guardia Civil

Sin prisa y sin pausa, las instituciones del Estado han ido cayendo del mismo lado, encabezadas por personas cuyo principal mérito es la fidelidad al superior. Aletean rumores sobre si lo mismo o parecido le puede estar pasando a la prestigiosa UCO o sea a la Guardia Civil puesto que, al igual que ocurre en la Fiscalía. Todos sabemos que la «regeneración democrática» apunta a meter en cintura a policías, jueces y periodistas. Pero ahí no acaba la expansión del poder sin control; aún le falta al PSOE controlar a las comunidades autónomas que no gobierna. A eso va por, al menos, dos vías. Una, la reforma de la Ley de Extranjería, encaminada a sujetar la competencia autonómica en materia de acogida de menores, desplazando esta competencia autonómica al poder central mediante su cesión por ley. La otra vía consiste en engrosar el déficit autonómico, imponiendo límites de imposible cumplimiento, para luego chivarse a la UE y poder así intervenir ingresos y gastos de las autonomías que no son singulares sin tener que recurrir al fascista artículo 155 de la Constitución. Mientras eso sucede en Españita, aquí y en Cataluña se proyectan nuevos estatutos que reconozcan naciones que reivindican sólo algunos, imponiendo la identidad de estos a los demás. A esto se le llama «proyecto de país».