Cartas al director
No ha sido una guerra meteorológica
Si llegó como presidente, estuvo descaradamente cobarde su huida, sin mas ni menos. Así de sencillo hay que describirlo. Tenía tanto miedo que huyó despavorido de ver lo que se le avecinaba abandonando al Rey de su comitiva. Y, así fue como una persona más, como un hombre, me lo pone a huevo, obró como un cobarde en toda regla. Lo último que hizo fue correr aterrorizado con lo que estaba lloviendo y lo que se estaba adivinando lo que le venía encima.
El esquisto proceder de los Monarcas fue muy meritorio humano y con una valentía enorme, lleno de responsabilidad. Cosa que el cobarde socialista en este caso como jefe del gobierno huyó y abandonando al Rey, su cobardía le delata.
Hablando con las manifestaciones de los vecinos del pueblo de Paiporta, fue ejemplar dentro de todos los acontecimientos y desgracias que tienen y tendrán desde que empezó esta DANA. No sé si los servicios de ayudas a este tipo de catástrofes estuvieron tardíos en el tiempo, Cosa que creo será investigado en toda regla y buen juicio. Al Marlaska no se le vio ni se le oyó decir nada. Posiblemente tendría cosas más urgentes e inaplazables que hacer. Incongruente, ¿verdad?