La indignidad de undesalmado

Las noticias que con total desfachatez nos llegan de Pedro I El Mentiroso, después de su ultima comparecencia del año al confirmar la voluntad de reunirse con un prófugo de la justicia y responsable de la gran crisis de 2017, provocada al querer reivindicar su independencia de nuestro gran País, no tiene nombre. Confirmar en su discurso de fin de año, que se verá fuera de España con este prófugo, es un insulto a nuestra democracia, a nuestra convivencia, al respeto constitucional y sobre todo a nuestro jefe de Estado, Felipe VI, que tan honrosa y dignamente defendió nuestra unidad y nuestra democracia constitucional, en su discurso con motivo de los hechos acaecidos.

Alardea con desfachatez y sin vergüenza alguna de todos los casos que le rodean, corrupción, implicación judicial en todo tipo de hechos, judiciales, personales, de miembros de su gobierno, negando las evidencias mas que demostradas y en procesos judiciales actualmente. Alardea de que la economía va como un tiro, pero ignora a los empresarios y el bienestar de los ciudadanos de bien, que hemos recorrido el camino de nuestra democracia con honor, lealtad, generosidad y porque no decirlo, sacrificios.

Los políticos históricos tanto de derecha como de izquierda están cuestionando permanente su forma de actuar y su protagonismo adanista, del que presume descaradamente con mentiras, falsos argumentos, ocultación de compromisos adquiridos y la venta a cambio de votos, de nuestra integridad territorial y nacional. Y no hablemos del menosprecio hacia políticos de derechas, centro derecha y liberales, que le recordamos, fueron mayoría en las elecciones del 23 J, que les arrebato con el único objetivo de mantenerse en La Moncloa de la mano de separatistas, independentistas y terroristas.

Creo firmemente que debería irse y dejarnos encontrar nuestro espacio político desde la coherencia y el bienestar de todos.