Cartas al director
Tecnologías
En la última década, las redes sociales transformaron nuestra forma de comunicarnos y entender el mundo. Lo que comenzó como una herramienta para conectar personas se convirtió en un espacio de desinformación y manipulación de datos, revelando riesgos que tardamos años en reconocer.
Hoy, la inteligencia artificial (IA) ocupa un lugar similar. Celebrada por su potencial para revolucionar sectores como la medicina y la educación, también plantea preocupaciones éticas: ¿Cómo afectará el empleo? ¿Qué pasará con los sesgos algorítmicos y el uso responsable de esta tecnología? Estamos en peligro de repetir los errores cometidos con las redes sociales, adoptando una herramienta poderosa sin reflexionar lo suficiente sobre sus implicaciones.