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En primera líneaPablo calvo-Sotelo

Colores de un Gobierno

La probabilidad de que la combinación 155 PP/35 Vox salga es muy remota, si ocurriese habría que tirar una moneda al aire

Actualizada 01:30

En la vida cotidiana, sin darnos mucha cuenta, los números están por todas partes. Todo lo que nos rodea tiene un peso que le es propio, una medida precisa y un movimiento característico. Los números interactúan entre sí, y también con el universo, y llegan a tener de esta forma personalidad y vida propia y, en ocasiones, algo de magia. Por ejemplo, la báscula es un mundo circular lleno de números con una significación, unos y otros, tan intrínseca que entre ellos se forman fronteras, a veces amuralladas, entre los territorios de la felicidad y el desastre.

Si hay un número mágico en la política española me atrevería a decir que ese es el 176, es la representación de la ansiada mayoría absoluta en la Cámara Baja, la mitad más uno de sus 350 diputados. Los partidos políticos en campaña electoral trabajan para llegar, solos o en compañía de otros, a esa cifra.

Son dos los escenarios del 176 para este mes de julio: 1.- Que sea Sánchez quien en compañía de otros (obligatoriamente) llegue a esa cifra. 2.- Que sea Feijóo quien llegue (seguramente también en coalición, o no, que diría Rajoy).

El primer escenario, es decir, la forma en la que Sánchez se las ingenie, si puede, para llegar al 176 no tiene interés, ni misterio, no por nada, sino simplemente porque la conocemos, sabemos de qué va, y muy bien, pues es el camino que conduce al famoso gobierno Frankenstein.

Donde está el misterio y el interés es en el segundo escenario (Feijóo), no sólo porque es el más probable según las encuestas, sino porque está sin construir. Misterios de una coalición en construcción que algunos convertirán en una película de terror a modo de saga con la entrega de Dóberman II, el Regreso, mientras otros, intentarán desvanecer esos misterios rodando otra peli apta para todos los públicos.

Dentro del escenario dos (si hacemos caso al «o no» de Rajoy), pueden pasar, a su vez, dos cosas, no más (en esto de la política, al final, tampoco hay tantos vericuetos): 2.-a) Gobierno monocolor y 2.-b) Gobierno en coalición.

Estas dos posibilidades responden a una pregunta en apariencia sencilla que puede tener, sin embargo, a la hora de la verdad, una respuesta complicadísima: ¿a partir de qué cifra (de escaños) estaría legitimado Vox para exigir un gobierno de coalición al PP? Planteado de otra manera: ¿a partir de qué cifra (de escaños) estaría legitimado el PP para formar un gobierno en solitario?

Ilustración: elecciones mayoria absoluta

Ilustración: elecciones mayoria absolutaPaula Andrade

La constitución de los ayuntamientos y gobiernos autónomos elegidos el pasado 28 de mayo nos está dando pistas de por dónde van las cosas. Por un lado, hemos visto a un López Miras rechazando la exigencia de Vox de presidir la Asamblea de Murcia, afirmando: «Con sus resultados no era lo correcto», y a un Feijóo, por otro, justificando el pacto con Vox en Valencia: «En la Comunidad Valenciana, Vox ha sido determinante y lo ha votado mucha gente». (En la Comunidad valenciana, Vox ha obtenido el 12,50 por ciento de los escaños, 5 de 40). Como ven, el dilema para después del 23 de julio, si como predicen las encuestas, gana la derecha, será medir si Vox ha sido determinante en esa victoria, o no (otra vez Rajoy). Ya ven, hechos objetivos, nada de juicios de valor, incluso en la excepción extremeña, donde Vox sólo ha obtenido el 7,70 por ciento de los escaños, 5 de 65. Es la estrategia de Feijóo.

¿Qué dicen los antecedentes? Prestemos atención a los más inmediatos. Acudamos para ello al Parlamento de la XIV Legislatura que aprobó la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno el 7 de enero de 2020, con un bloque central de 155 escaños formado por los 120 del PSOE y los 35 de su principal socio, Podemos. (Hasta llegar a los mágicos 176, como recordarán, a esos 155 se sumaron escaños periféricos y variopintos que apoyaron la investidura pero que nada quisieron saber de formar gobierno, al menos con luz y taquígrafos). Curiosamente, ese bloque central es casi idéntico al de los 156 escaños del PP que permitieron a Aznar formar un gobierno en solitario tras las ajustadísimas elecciones de 1996.

Otra curiosidad, los 35 escaños que legitimaron la entrada de Podemos en el Gobierno de Sánchez representan exactamente el 10 por ciento del Congreso. Ese mismo porcentaje es el exigido por el artículo 113 de la Constitución para proponer una moción de censura. Parece razonable que si los padres de nuestra Constitución otorgaron a esa cifra el poder para iniciar el trámite para quitar a un gobierno, otorguemos también a ese mismo porcentaje la fuerza para participar en el trámite de formarlo.

Pues bien, al hilo de este pequeño lío que les estoy contando, me atrevería a contestar humildemente a las preguntas formuladas más arriba, partiendo de la premisa de que la suma del PP y Vox alcanza la mayoría absoluta.

Ahí van las respuestas:

- En el entorno de 35 escaños, Vox estaría legitimado para exigir un verdiazul gobierno de coalición al PP.

- En el entorno de 155 escaños, el PP estaría legitimado para formar un gobierno monocolor azul.

Si no se cumpliera la premisa, es decir, si ninguno de los dos llegara a su umbral de legitimidad, no alcanzando, de esta forma, juntos la mayoría absoluta, este artículo se enreda y no digamos las posibilidades de la coalición pues entran en escena terceros actores, a saber, PNV, partidos regionalistas y canarios. Lo explicaremos en el siguiente artículo.

La probabilidad de que la combinación 155 PP/35 Vox salga es muy remota, si ocurriese habría que tirar una moneda al aire.

¡Hagan juego, señores! ¡También las señoras! Perdón.

  • Pablo Calvo-Sotelo es abogado
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