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En primera líneaRafael Puyol

La era de los «séniors». Las oportunidades

No diré que será la economía del futuro, pero como cada vez habrá más gente mayor, la «silver economy» será una de sus ramas más activas

Actualizada 01:30

La obsesión por los desafíos nos hace olvidar que el crecimiento de las personas mayores ofrece grandes posibilidades, tanto desde el punto de vista de la producción, como del consumo.

El retroceso de la natalidad en las sociedades desarrolladas está provocando la disminución de la población joven y adulta-joven en la pirámide laboral. Así por ejemplo, en España los jóvenes activos de 16 a 29 años pasaron de 5,7 millones en 2008 a 3,8 millones en 2022, una pérdida sustantiva de casi 2 millones. Eso significa que va a resultar necesario favorecer la presencia de más seniors en el mercado de trabajo, como así está sucediendo. Entre las mismas fechas los activos de 55 a 69 años crecieron de 2,5 millones a 4,6 compensando con creces la disminución de los jóvenes.

El mercado laboral de los países avanzados se va haciendo mayor, pese a las dificultades, o, al menos, la carencia de facilidades que ofrecen los grandes interlocutores del mercado de trabajo: la administración, los sindicatos , las empresas y los propios trabajadores. Sería conveniente un gran pacto social entre esos cuatro grandes interlocutores para establecer políticas que contemplen:

  • Que los trabajadores se jubilen a la edad establecida y no antes

  • Que después y con carácter voluntario puedan seguir trabajando si sus condiciones lo permiten, bajo la consideración de que el retiro deber ser concebido como un derecho, no como una obligación.

  • El establecimiento de medidas por parte de la administración y las empresas que favorezcan el alargamiento de la actividad. Muchos más trabajadores se mantendrían ocupados si se les ofreciera compatibilizar un trabajo con la percepción completa de la pensión o si pudieran realizar tareas a tiempo parcial mediante el correspondiente ajuste del salario y la dedicación. Pese a la sencillez de esta estrategia hay países donde apenas es utilizada y los trabajadores pasan del infinito al cero en horas veinticuatro.

  • La realización de acciones para una concienciación de los propios trabajadores muchos de los cuales no contemplan seguir activos tras alcanzar el retiro.
Ilustración EPL 25 abril

Lu Tolstova

Trabajadores más tiempo, pero también consumidores destacados, al menos una parte sustantiva de ellos. Evidentemente no todos los mayores son iguales, ni desde el punto de vista de las edades, ni desde una perspectiva económica. Hay seniors con gran capacidad financiera y otros con dificultades para llegar a finales de mes especialmente si son mujeres y viudas. No obstante , el fuerte aumento de las personas de edad, incrementa también el volumen de los que poseen una sólida posición económica para satisfacer sus necesidades específicas de bienes y servicios. Con esta finalidad ha surgido la llamada «silver economy» que adquiere cada vez mayor relevancia. Un informe reciente de la Unión Europea afirma que la «economía plateada» supondrá un tercio del PIB de la Unión y generará casi 90 millones de puestos de trabajo ( alrededor del 40 por ciento del empleo).

Esa demanda de bienes y servicios se va a concentrar especialmente en sectores como la sanidad, el inmobiliario, el de la movilidad, el financiero, los cuidados personales, el ocio, la cultura y el turismo o las nuevas tecnologías.

El gasto personal en salud aumenta con la edad provocando la aparición de servicios especializados para los mayores en ámbitos como el hospitalario, farmacéutico, ortopédico o de la dependencia y cuidados en general.

El sector inmobiliario diseña nuevos modelos o formas de alojamiento para los mayores. Los llamados «seniors resort» para una población adinerada, nuevos modelos de residencia con todos los servicios disponibles o nuevos tipos de viviendas (colectivas, tuteladas, «cohousing»).

En el ámbito del automóvil hay compañías que diseñan o adaptan modelos con características que compensan algunos de los inconvenientes del envejecimiento físico.

En el sector financiero ya existen productos para esa clientela «mayor», en temas hipotecarios (hipoteca inversa), de seguros o de gestión patrimonial y servicios de atención personalizada para todas las necesidades que puedan tener los mayores en este entorno.

Los grandes laboratorios producen una gran cantidad de productos anti-edad. En Ámazon se pueden encontrar más de 3000 resultados entre artículos para la cara, los ojos, el cuerpo, las articulaciones, las arrugas el cabello… que previenen, reparan, reafirman, perfeccionan, nutren, estimulan o rejuvenecen.

El sector turístico es otro foco de interés a través de una oferta personalizada a los gustos y el bolsillo de personas que deben dar vida a los años ganados. Las administraciones públicas socorren con frecuencia viajes y actividades que producen efectos beneficiosos en la salud de los mayores. Invertir en ocio y cultura reduce los gastos sanitarios y retrasa la dependencia.

Por último, está el campo de las nuevas tecnologías que cada vez tienen más usuarios mayores, en particular en dos grandes direcciones: la domótica y determinadas herramientas y aplicaciones para internet. Existen grandes posibilidades para las empresas que sepan diseñar sus productos a las condiciones (usabilidad y accesibilidad) y necesidades que tienen los mayores.

No diré que será la economía del futuro, pero como cada vez habrá más gente mayor, la «silver economy» será una de sus ramas más activas.

  • Rafael Puyol es presidente de la Real Sociedad Geográfica
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