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En primera líneaAgustín Conde Bajén

Los Menas, el PP y Vox

Las legislaciones española e internacional imponen a España acoger a los niños abandonados que accedan a nuestro territorio con independencia de que ese acceso sea legal o ilegal

Actualizada 01:30

El Partido Popular ha aceptado recibir en las comunidades autónomas en las que gobierna a 347 menores de edad extranjeros que ya están en España por tres razones combinadas: porque es lo que impone la ley, porque es lo patriótico y porque es lo ético. Vox amenaza con romper los gobiernos en esas comunidades autónomas, con lo que parece que, en consecuencia de lo anterior, se sitúa en contra de la ley, en contra del patriotismo y en contra de la moral.

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Lu Tolstova

Las legislaciones española e internacional imponen a España acoger a los niños abandonados que accedan a nuestro territorio con independencia de que ese acceso sea legal o ilegal. Son niños en situación de desamparo y no pueden ser expulsados del territorio nacional. Ya en España, la ley obliga a las comunidades autónomas a tutelarlos, porque son las administraciones que tienen la competencia en materia de menores. Mandar a esos niños de vuelta no es una opción salvo que se quiera incumplir la ley. Cuando desde el PP exigimos el respeto a las normas; cuando denunciamos, por ejemplo, a los golpistas del 1 de octubre en Cataluña, lo hacemos no porque unas leyes nos gusten más que otras, sino porque el principio de respeto a la ley es la base de cualquier convivencia democrática. Cuando Vox llama a no respetar la legislación sobre menores no acompañados se está situando en el mismo plano de desobediencia que muchos de aquellos a los que denuncia. Cuando se dice que la solidaridad entre los territorios es la base de la existencia de la nación española, se está sentando un principio general del que se deriva, por ejemplo, que no cabe un régimen fiscal de privilegio para Cataluña, pero que también implica que haya que auxiliar a Canarias cuando se encuentra con más de cinco mil menores en instalaciones en las que no caben más de dos mil. El patriotismo implica sacrificio y lo abarca todo. No cabe el «patriotismo fijo discontinuo» que parece defender Vox.

Cuando se defiende la vida humana se asume que ésta se encuentra ya desde la concepción, como enseña la Ciencia. En el PP compartimos con Vox un rechazo al aborto como supuesto derecho porque ignora la vida del no nacido. Pero en el PP nos preocupa también la vida humana del niño que ya ha nacido y que está en España. No cabe rasgarse las vestiduras por el no nacido y pretender abandonar a su suerte al nacido desamparado. Eso, ni es ético, ni es cristiano.

Desde su fundación, Vox ha afirmado defender principios y valores de la derecha política, y nos acusaba a los del PP de ser poco firmes en sostener esos principios. La «derechita cobarde» nos decían y dicen de vez en cuando. Pues aquí estamos. Defendiendo la ley, defendiendo el patriotismo entre españoles y defendiendo la dignidad del ser humano. A pesar de que Vox nos llame a abandonar ley, patriotismo y moral.

Y todo lo anterior es independiente de que la culpa de la situación que afrontamos es de un gobierno socialista que ha hecho absoluta dejación de sus obligaciones para luchar contra una inmigración ilegal inasumible. Pero eso es otro capítulo.

  • Agustín Conde Bajén es ex secretario de Estado de Defensa
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