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Vista del Santuario de Lourdes, Francia

Vista del Santuario de Lourdes, FranciaGtres

El proceso médico para que la Iglesia acepte una curación como milagro

En el santuario de Lourdes, solo 70 han sido declaradas como curaciones milagrosas

Cada día, el santuario de la Virgen de Lourdes recibe a miles de peregrinos. Cada uno acude con una intención, sin embargo, lo que más destaca en este lugar es el cuidado especial por los enfermos. Allí, cientos de voluntarios y operarios reconocen a Cristo en los padecimientos de los que les son confiados. Y estos, con la esperanza de sanar o de al menos verse aliviados, son sumergidos en las milagrosas aguas que brotan de la gruta.

El Papa no es el único que tiene la autoridad para declarar un hecho como milagroso. La Oficina Médica del santuario de Lourdes es capaz de hacerlo, a la que llegan anualmente cerca de cincuenta declaraciones espontáneas. El doctor Patrick Theillier, que fue responsable del consultorio médico durante once años, ha apuntado que, desde 1905, solo 70 milagros han sido aprobados, lo que representa un uno por ciento de las solicitudes. Estas pueden encontrarse en la web del santuario.

«Científicamente inexplicable»

Muchos testimonios de personas que allí ayudan cuentan ver curaciones durante su estancia. Sin embargo, que la Iglesia las reconozca como milagro es un proceso más complicado. Pero, lo primero sería conocer las condiciones para que un hecho sea calificado como tal. El responsable de la Causa para los Santos de la archidiócesis de Madrid, Alberto Fernández, ha explicado en COPE el término como una sanación «científicamente inexplicable», atribuyéndose a la «intervención directa de Dios».

Fernández ha comentado que un hecho de este tipo representa «un signo de lo que Dios quiere hacer con todos», recibiendo algunas personas elegidas una «primicia de la curación definitiva», de la Resurrección.

Once expertos son los que estudian minuciosamente los casos a los que no se les pregunta si se trata de un hecho sobrenatural, sino que se les pide un seguimiento y un tratamiento. El quid de la cuestión se encuentra en si se da que la terapia empleada sea «insuficiente» para desembocar en el «estado actual».

A partir de ahí se da el siguiente paso, existiendo una serie de condicionantes para hablar de una curación como milagro. Los puntos que debe cumplir una sanación son que sea «inmediata, completa, duradera e inexplicable», ha apuntado el responsable de la Causa para los Santos de la archidiócesis de Madrid. En este sentido, es importante el tiempo para descartar una recaída. Finalmente, se envía la causa a El Vaticano, que estudia el caso.

La última curación de Lourdes

La última curación milagrosa certificada en Lourdes tuvo lugar en el año 2008, la cual fue reconocida diez años después. La hermana Bernadette Moriau, a los 69 años, padecía una enfermedad llamada cola de caballo, en la que los nervios del término de la médula espinal son comprimidos. Esto provoca intensos dolores en la zona lumbar, pérdida de movilidad en las extremidades inferiores y de funcionalidad en órganos pélvicos. Tras ser operada cuatro veces de la columna, tenía que tomar morfina para el dolor.

La hermana Moriau participó en una peregrinación diocesana a Lourdes, donde recibió el sacramento de la unción de enfermos. Después, se quitó el corsé y la férula que la habían acompañado durante unos 20 años. Su pie había vuelto a su posición normal. La curación fue reconocida en la fiesta de la Virgen de Lourdes de 2018.

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