Dos clarisas de Belorado
Las clarisas de Belorado consuman el cisma y se separan «libre, voluntaria y decididamente» de la Iglesia
Las religiosas tachan de «farsa» la probable excomunión y aseguran estar dispuestas «a dar la vida por Cristo y su Iglesia católica»
Ruptura total entre las clarisas de Belorado (Burgos) y la Iglesia. Las, hasta ahora, religiosas católicas, han roto cualquier lazo con la que llaman «iglesia conciliar» (que vendría a ser una escisión de la verdadera Iglesia que ellas encarnarían) y anuncian que se separan «libre, voluntaria y decididamente» de la misma.
Según un comunicado que han hecho público a primera hora de la tarde de hoy, la decisión la han tomado «fruto de madura, meditada y consciente reflexión», y que ésta fue «refrendada por todas» ellas (lo escriben en mayúsculas en su comunicado).
Sin embargo, en su escrito se refieren siempre a «las diez hermanas citadas a comparecer ante un 'tribunal eclesiástico'» (lo entrecomillan en su comunicado) y no hablan de las siete restantes, que no habrían sido convocadas al citado tribunal, pero que forman parte de la comunidad religiosa, entre las que se encontrarían las de mayor edad y, probablemente, bastante ajenas a toda esta situación.
«Latrocinio Vaticano II»
Las ex clarisas se toman a chanza la «mano tendida» del «Sr. Iceta» (arzobispo de Burgos y comisario pontificio nombrado por la Santa Sede) y desprecian «la amenaza de excomunión de la 'iglesia conciliar'» (de nuevo, entre comillas) que habría surgido, según ellas, de lo que despectivamente llaman «Latrocinio Vaticano II».
«Su Católica Grandeza Episcopal»
Quién es el estrambótico y cismático obispo que ha arrastrado a las clarisas de Belorado
Reconocen a su abadesa, madre Isabel de la Trinidad (que fue derogada por monseñor Mario Iceta) como «legítima representante legal de las comunidades» y tachan de «farsa de excomunión» la sanción canónica que, es previsible, recaerá sobre todas ellas. De hecho, aseguran que «cualquier pena por quienes no son obispos, ni válidos ni legítimos, ni tienen poder sobre las almas, carecen de efectividad, y son nulas e írritas».
Las ex clarisas han informado de su decisión al comisario pontificio vía burofax, en el que «hacemos saber esta nuestra unánime e irreversible posición» (de nuevo, en mayúsculas) y la justifican en su «fidelidad a Cristo y su Iglesia católica, por quienes estamos dispuestas a dar la vida».
El arzobispado aún no ha respondido a este comunicado, aunque es previsible que lo haga a lo largo de la tarde de hoy.
