Fundado en 1910
Entrevista con Jesús Silva, sacerdote y escritor

Entrevista con Jesús Silva, sacerdote y escritorDaniel Vara

Entrevista con el sacerdote, escritor y evangelizador digital

Jesús Silva: «Más vale un soltero santo que un casado que sea un diablo»

El sacerdote madrileño presenta su último libro destinado a los que buscan pareja y dejando claro que «la soltería no es una vocación 'de segunda'»

Es un rostro conocido en las redes sociales, donde lleva varios años dedicado a la evangelización digital, y en el mundo editorial, por ser un prolífico autor. Pero Jesús María Silva Castignani (Madrid, 1983) es, ante todo, un párroco en Madrid, en las iglesias de San Isidoro, San Pedro Claver y Virgen del Castillo, y se encarga también de la capellanía del colegio Cristo Rey.

El número trece de catorce hermanos –algo que no le preocupa lo más mínimo al no ser supersticioso–, posee la licenciatura en Teología y en Teología Patrística, y acaba de publicar El mundo os necesita. Vocación y espiritualidad de las personas solteras (editorial Palabra) porque, asegura, cada vez se encuentra en su labor pastoral con más personas que no hallan su media naranja.

– ¿Y esto a que se debe?

– Un montón de gente se ha quedado soltera por muchas circunstancias que se recogen en el libro: no ha encontrado una persona con la que estar, o se ha quedado viuda, o su matrimonio se ha roto. También hay personas con atracción hacia el mismo sexo que se han quedado un poco ahí, como diciendo: Bueno, yo no soy ni cura, ni monja, ni casado... ¿Qué soy? Entonces, por todas estas personas que han venido a hablar conmigo, a verme a la parroquia, o que tengo como catequistas, o que he conocido, sale este libro para responder a esa pregunta.

Solteros y «solterones»

– La conclusión que he sacado al leer su obra es, básicamente, que nadie está llamado a vivir encerrado en sí mismo...

– Está muy bien expresado. Efectivamente, no existe una vocación como tal a la soltería, pero tampoco a quedarse encerrado en uno mismo y ser un solterón. Siempre se ha considerado que ha habido tres vocaciones principales: matrimonio, sacerdocio y vida consagrada. Todos estamos llamados a dar la vida con un compromiso concreto. Sin embargo, ese dar la vida puede tomar otras formas. Y más cuando uno, por circunstancias que no dependen de él, se ha quedado soltero.

Por eso me gusta mucho la imagen que utilizo en el libro de que Dios es como un GPS. El GPS te calcula la ruta, y si tú la sigues, llegas a tu destino. Pero si te desvías por un camino, bien sea por tu culpa, o porque te has equivocado, o por culpa de otro, Dios va a recalcular para que tú acabes siendo feliz. ¿Y cuál va a ser el medio? Siempre entregarte, es decir, no encerrarte en ti mismo.

Por eso en el libro distingo entre el soltero y el solterón. El solterón es el que quiere una vida cómoda para sí mismo, entregado a sí mismo, a sus placeres, a sus caprichos. Y el soltero es aquel que no tiene un compromiso estable con ninguna institución o persona concreta, pero que está llamado a salir de sí y a dar la vida.

Portada del último libro de Jesús Silva, "El mundo os necesita"

Portada del último libro de Jesús Silva, «El mundo os necesita»Palabra

«Se me ha pasado el tren»

– Lo que pasa es que darse a los demás –especialmente a los 20 ó 30 años– puede incluso suponer perder el tren de la vida, como dice usted mismo en su libro. La entrega, por tanto, ¿puede convertirse en un enemigo?

– No es que la entrega sea el enemigo. Pero hay personas en las que las circunstancias de sus vidas mandan. Yo conozco a una de mi parroquia que lleva toda su vida cuidando a sus padres, que están malitos; otra que tiene una enfermedad que la ha incapacitado prácticamente del todo. Han llegado ya a la cincuentena y se han encontrado en esa situación que no han elegido.

Precisamente mi llamada en el libro es que esas personas hagan una relectura de su historia, no con una mirada pesimista de decir se me ha pasado el tren. ¡Es al revés! Has estado haciendo algo muy hermoso que es cuidar de alguien que lo necesita; no dejar a tu madre o a tu padre que está con una enfermedad mental, como es el caso que menciono; o que tiene una enfermedad incapacitante, pero que incluso así ha ayudado a otros enfermos yendo a Lourdes con ellos en peregrinación. Te pongo ejemplos muy concretos.

Entrevista con Jesús Silva, sacerdote y escritor

Entrevista con Jesús Silva, sacerdote y escritorDaniel Vara

Es decir, relee tu vida y ten cuidado con el espíritu del mal, que lo que te dice es: Has tirado tu vida a la basura, no ha servido para nada. ¡No es cierto! Tu vida ha sido muy hermosa porque la has entregado. Por eso yo pongo en el libro muchas veces el ejemplo de San José, porque él no eligió ese celibato que, de algún modo, le toca. De repente él se desposa con María, que se queda embarazada del Espíritu Santo. Y, sin embargo, San José, en lugar de quejarse, de enfrentarse a Dios, ve que es una vocación tan preciosa que incluso es mejor que lo que él habría podido decidir.

«Más vale casarse que abrasarse»

– Están los solteros, pero también hay algunos que se casan quizá demasiado rápido, para huir de la soltería...

– Totalmente. El Papa Francisco lo dice: hay mucha gente que llega al casamiento sin estar preparada. Y de ahí provienen luego muchas familias rotas, divorcios, nulidades, porque hay que prepararse para el matrimonio profundamente hablando de los temas que son importantes, tocando los principios irrenunciables, hablando con la otra persona, entrar en una comunión profunda, no sea que luego se rompa y esa persona acabe soltera, pero además con el corazón roto. San Pablo dice que más vale casarse que abrasarse. Pero también es cierto que más vale un soltero santo que un casado que sea un diablo...

– El número de bodas religiosas ha caído en picado. Pero eso incluso hasta puede ser positivo, ¿no cree?

– No sé a qué te refieres...

– Bueno, que a lo mejor mucha gente antes se casaba porque tocaba, o porque el retablo de la iglesia es muy bonito, o porque le hace ilusión a mi abuela...

– Como por costumbre.

– Efectivamente.

– Sí; hay muchas menos bodas por la Iglesia. Esto nos tiene que llevar a dos reflexiones: la primera es que tenemos que anunciar a Jesucristo. Porque, al final, quien te hace feliz es Jesucristo. Hay muchas personas por ahí que no le conocen, y así no viven, sino que sobreviven. Por eso, la inmensa mayoría de los matrimonios que se celebran por lo civil, se rompen; alrededor de un 70% más o menos. Eso quiere decir que ahí no hay una verdadera comunión. Y luego, de las personas que se divorcian por lo civil, muchas se vuelven a casar por lo civil y se vuelven a divorciar en un 80% de los casos.

Entrevista con Jesús Silva, sacerdote y escritor

Entrevista con Jesús Silva, sacerdote y escritorDaniel Vara

En segundo lugar, es verdad que la gente que se casa actualmente por la Iglesia lo hace, en general, más convencida. Por eso yo creo que llegamos a una época en la que va a haber muchas menos nulidades. Yo veo matrimonios jóvenes muy felices, entregados y con capacidad para afrontar las cosas.

– Usted propone en su libro una curiosa metodología para discernir lo que tiene que hacer un soltero: «el método ACNE»...

– Sí, sí, es un sistema de discernimiento que consiste en descubrir qué es lo que Dios quiere de mí en concreto, no en general, y que es es un acrónimo: A, de anhelos; C, por cualidades; N es de necesidades del mundo, y E, de espiritualidad. Es decir, a través de mis deseos, de lo que yo quiero, de lo que hace que mi corazón se encienda, Dios me puede estar hablando.

En segundo lugar, cualidades, que son los dones que Dios te ha dado. Es decir, desde la música hasta la capacidad de escuchar, de acompañar, de atender, de curar. Todas las capacidades que tenemos son también una llamada de Dios. San Pablo dice que, cada uno con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás.

En tercer lugar, la necesidad. ¿Qué es lo que el mundo necesita? También Dios me puede llamar a través de ello. El mundo necesita, por ejemplo, profesores católicos, o trabajadores sociales cristianos. Valencia necesita que yo ayude con una pala. Los niños pobres de Calcuta necesitan que yo les eduque. Eso también me interpela y me lleva a buscar la voluntad de Dios.

«¿Qué quieres de mí, Señor?»

– Y eso nos llevaría a la cuarta, la espiritualidad...

– Sí. Es decir: Bueno, y con todo esto Señor, ¿qué quieres de mí? Rezarlo, hablar con algún sacerdote que te ayude a ver que no son cosas tuyas. En la confluencia de esos cuatro elementos se puede saber con mucha certeza qué es lo que Dios quiere de ti en este momento de tu vida. Y esto un soltero lo puede aplicar perfectamente en su vida: Vale, tengo este anhelo, tengo estas cualidades, hay estas necesidades... ¿Qué quieres de mí, Señor? Y se puede realizar una vida de un modo precioso.

– La soltería puede ser preciosa, por tanto...

– Sí; es importante comprender que la vocación a la soltería no es una vocación de segunda: Pues mira, ya no te queda otra. Confórmate con el 'segundo premio'. No, esto no es cierto, porque hay muchas circunstancias que uno no controla y que hacen que tú tengas que adaptarte a la vida y buscar tu lugar en ella para poder ser feliz, para poder entregarte.

Pienso, por ejemplo, en las personas que sienten atracción por el mismo sexo. Son personas que no han elegido esa atracción y la Iglesia les llama a vivir en castidad, pero también en comunidad. Les llama a vivir en la entrega también en la pureza. Esas personas están llamadas a vivir una soltería alegre, entregada, feliz, dando luz, ayudando a los demás, dando testimonio, siendo catequistas, sirviendo a los más pobres, cuidando a su familia. Es como Dios les está pidiendo que entreguen la vida.

comentarios
tracking