El indietrismo de Francisco. La discutida bandera de la Tradición
Como en todo buen combate, hay que negar la pretensión de posesión de la verdad del adversario
El Papa Francisco ya nos tiene acostumbrados a sus neologismos de cuño personal. No son excesivamente complicados de rastrear. Un poco de castellano, un poco de italiano, un poco de porteño y un poco de iniciativa bastan para que, mezclado, y quizá algo agitado, salgan algunos términos peculiares en sus intervenciones. A mí me resulta familiar. Si cambiáramos italiano por inglés y porteño por mexicano, resultaría mi particular diccionario inglés-pocho-español de andar por casa.
En su viaje de vuelta del Canadá, en una de sus ya conocidas ruedas de prensa en el avión, el papa ha hecho referencia a una actitud pecaminosa exclusiva de los creyentes que ha denominado indietrismo. Está claro que es la castellanización del término italiano indietro, que significa «detrás» o «hacia atrás». En castellano existe el término «involución», que para los efectos viene a ser lo mismo. En la entrevista, el papa explica que un indietrista es quien, bajo capa de tradición, va hacia atrás, negando la fuerza vital misma de las raíces, que alimentan el futuro. La actitud del indietrista sería un pecado «porque no avanza con la Iglesia».
Por tratarse de un evento mediático, el uso del término ha sido una de las anécdotas de la entrevista, pero no es la primera vez que el papa lo usa. Ya el 1 de junio de 2019, en una audiencia especial para los participantes del congreso Líneas de desarrollo del Pacto Educativo Global, evento dentro del marco del Pacto Mundial por la Educación, de iniciativa pontificia, el papa usa ese término también. En esa audiencia el papa recurre a la Eneida, y recuerda el momento en el que Eneas rescata de la destrucción de Troya a su anciano padre Aniquises y a su hijo Ascanio. La imagen sirve para hablar de la tradición, en donde Aniquises representa lo que debe ser respetado y preservado, y Ascanio representa el mañana que hay que garantizar. Eneas sería el puente que asegura la relación entre generaciones. Aquí es donde el papa introduce su neologismo. Así como la educación debe estar enraizada en el pasado y debe apuntar a la vez hacia un proyecto de futuro, lo que actúa en su contra sería una moda, siempre presente en la vida de la Iglesia – que el papa percibe como particularmente peligrosa en la actualidad – que consiste en «ir hacia atrás», en lugar de tener como referencia «abajo y arriba», es decir, las raíces y los proyectos. Es el indietrismo, el cual, de acuerdo con el papa Francisco, «nos convierte en una secta, que te cierra, que te quita horizontes: se llaman a sí mismos custodios de tradiciones, pero de tradiciones muertas». En el mismo discurso cerrará con la siguiente advertencia: «cuidado con el indietrismo, que es la moda de hoy, que nos hace creer que ir hacia atrás preserva el humanismo».
Tanto en la entrevista como en su discurso el papa se servirá de una versión bastante libre de una cita atribuida a Gustav Mahler en relación a la tradición: «la tradición es la transmisión del fuego, no la adoración de las cenizas». Resulta interesante rastrear el origen de dicha frase. Parece inspirada en el diputado socialista francés Jean Jaurès, que dirigiéndose a la bancada conservadora de la Cámara de diputados, en una intervención de enero de 1910, dijo: «Sí, nosotros también tenemos el culto al pasado […] somos nosotros los verdaderos herederos del hogar de nuestros antepasados porque caminamos, porque luchamos por un nuevo ideal; nosotros tomamos la llama, vosotros, en cambio, habéis guardado las cenizas.»
Esta cita de Jean Jaurés pone de relieve algo que late en el fondo de las controversias en torno a la tradición. La tradición tiene un valor incontestable, solo un necio lo negaría. Un combate doctrinal solo merece tal nombre si todos reivindican ser fieles a la raíz. Y como en todo buen combate, hay que negar la pretensión de posesión de la verdad del adversario. Señalar el indietrismo vendría a poner de relieve lo importante que sigue siendo la Tradición en la Iglesia, y lo importante que es afirmar estar vinculado a ella. O siguiendo con la Eneida, descubrir si los Eneas que enarbolan la bandera de la Tradición entre las ruinas de Troya llevan sobre sus hombros a Anaquises, o tan solo han rescatado la urna de sus cenizas.