El obispo de Cartagena ha despedido a las religiosas con una Eucaristía
Las hermanitas de los Ancianos dejan Caravaca por la falta de vocaciones
Después de 140 años de presencia en esta ciudad, las religiosas dejan la residencia de ancianos por el elevado coste de las reformas que había que acometer en el edificio
La falta de vocaciones y el costo elevado de las reformas que hay que acometer en las instalaciones de la residencia han forzado la salida de Caravaca de la Cruz de estas religiosas que, desde hace casi siglo y medio, han hecho vida su carisma en esta ciudad cuidando de los ancianos, según el estilo marcado por su fundadora santa Teresa de Jornet.
«Gracias, hermanas, que Dios os lo pague», así agradecía el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, el pasado domingo, la labor que durante 140 años han desarrollado en Caravaca de la Cruz. Monseñor Lorca presidía la celebración de la Eucaristía en la iglesia parroquial de El Salvador con la que el pueblo de Caravaca despedía a esta comunidad de religiosas que dejan la residencia de ancianos que gestionaban en esta ciudad.
«Lo que convierte al cristiano en cristiano no es su aspecto externo, sino la participación en el sufrimiento de Dios en la vida del mundo. Y vosotras, hermanas, nos dais testimonio de que vuestra vida está entregada al Señor, porque vivís muy cerca y ayudáis estando cerca del sufrimiento a tanta gente», dijo el obispo en su homilía, refiriéndose a las religiosas.
