Las siete reinas que usan su privilegio blanco para ir del mismo color del Papa (y dos de ellas son españolas)
La Santa Sede no impone un código de vestimenta, pero sugiere un protocolo para las visitas de Estado y las audiencias con el Papa. Para las mujeres, se recomienda un vestido negro sin escote, mangas largas y una mantilla negra. Sin embargo, hay siete excepciones a esta norma
El «privilegio blanco» existe y en el Vaticano destaca frente al de otros países. Pero no es ese «privilegio blanco» (mas comúnmente conocido como white privilege) del que a veces se habla, relacionado con supuestas ventajas y beneficios implícitos que tienen los de piel blanca frente a otras razas. Este privilegio es distinto. Se trata de tener el permiso de vestirse, literalmente, del mismo color que el cabeza de la Iglesia y del Estado del Vaticano: el Papa.
En eventos históricos, acertar con el código de vestimenta se vuelve crucial para evitar críticas y malentendidos. En la Santa Sede, las normas son claras, especialmente para las mujeres: vestido negro y cuello alto, o sin escote, manga larga y un velo, aunque esta es opcional. Si se lleva, debe ser negro. En cuanto a los accesorios, los zapatos deben ser negros y de tacón discreto si se visten de negro. Pueden llevar un pequeño bolso, un rosario o guantes negros. Es preferible evitar joyas llamativas, peinados extravagantes o maquillaje muy marcado. Sin embargo, hay excepciones que permiten a algunas disfrutar de privilegios únicos, como la posibilidad de estar en igualdad de colores con la sotana del Pontífice.
El «privilegio de blanco» es un reconocimiento otorgado a las reinas católicas y consortes de monarcas católicos, mientras que otras mujeres deben optar por el color negro. Este privilegio nació como símbolo de agradecimiento del Vaticano hacia las casas reales que permanecieron fieles a la Iglesia, durante épocas en que ciertos países adoptaron el protestantismo como religión oficial.
Aunque no es una obligación, desde su establecimiento, figuras como la emérita Reina Sofía y la Reina Letizia han ejercido este privilegio en diversas ocasiones, junto a otras reinas como Paola y Matilde de Bélgica, así como la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo, Charlène de Mónaco y la princesa Marina, de Nápoles, de la Casa de Saboya.
España: dos reinas y seis Papas
Desde que en 1975 Sofía de Grecia se convirtió en reina consorte de España, la monarca tuvo la oportunidad de conocer en sus 38 años de reinado a seis Pontífices distintos: Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Además, el «privilegio blanco» de la reina Sofía, que posteriormente heredaría la reina Letizia en 2014, les convierte a ambas en las únicas soberanas en poder llevar mantilla, como lució Doña Sofia en varios encuentros en la Santa Sede. Como no es obligatorio, también pueden optar por no llevarla, como hizo la reina Letizia durante su visita al Papa Francisco en 2014.
En el caso de los hombres, aunque ya no se exige el frac con chaleco y pajarita blanca como en el pasado, deben optar por un traje oscuro. Los militares solían portar uniforme de gala, pero hoy en día, como han demostrado el rey Felipe VI o el príncipe Alberto de Mónaco, un traje oscuro, camisa blanca y corbata discreta es suficiente.
En Bélgica la Reina Matilde luce los dos colores protocolarios
Las soberanas belgas, tanto la reina emérita Paola como la actual reina Matilde, también tienen el privilegio de vestir de blanco en las audiencias papales. Matilde, de hecho, se reunió con el Papa Francisco a mediados de septiembre de 2023, luciendo un sencillo vestido blanco que le llegaba justo por debajo de la rodilla. Completó su atuendo con un elegante velo blanco que llevó sobre la cabeza.
Sin embargo, durante la reciente visita oficial del Papa a Bélgica, Matilde optó por vestir de negro para recibir a Francisco en el aeropuerto. Más tarde, en el Palacio Real de Laeken, donde el Santo Padre tuvo su primer acto público en el país, Matilde hizo uso de su privilegio blanco para recibir al Sucesor de Pedro.
Juego de duquesas y princesas
La Gran Duquesa de Luxemburgo, María Teresa, disfruta del privilegio de vestir de blanco desde el año 2000, cuando su esposo, Enrique de Luxemburgo, accedió al Gran Ducado. Por otro lado, la Princesa Marina Doria de Nápoles, aunque no es una reina, es miembro de la Casa de Saboya y también goza de este derecho, ya que es católica y de origen suizo e italiano. De esta manera, sigue la tradición de las princesas italianas que han tenido este honor.
Finalmente, la Princesa Charlène de Mónaco se unió al grupo en 2011, tras su matrimonio con el Príncipe Alberto II, adquiriendo el privilegio gracias a su estatus en el Principado.
Siempre está la excepción a la regla
El protocolo en el Vaticano es claro pero no sagrado. Aunque la inmensa mayoría de diplomáticas, presidentes, mujeres de príncipes, condesas, nobles o políticas visten de negro por deferencia al Papa, a lo largo de la historia ha habido algunas excepciones resonadas por la elección de sus colores o del modelo.
Fue por ejemplo resonado el caso de Cherie Blair, esposa del ex primer ministro británico Tony Blair, quien acudió vestida de blanco a su audiencia con el Papa Benedicto XVI, un gesto inusual que causó controversia en su país, a pesar de que ella profesa el catolicismo.
Casos similares por colores escogidos ocurrieron con la ex presidenta irlandesa Mary Robinson, quién optó por el verde, así como con la ex primera dama soviética Raísa Gorbachova, quien se encontró con Juan Pablo II vestida de un llamativo rojo. Por su parte, la ex reina Isabel II de Inglaterra, como cabeza de la Iglesia Anglicana, optó por vestirse de violeta y sombrero a conjunto en uno de sus encuentros con el Papa Francisco.