¿Qué líderes religiosos estarán presentes en la toma de posesión de Donald Trump?
El cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, será el encargado de oficiar la oración durante la ceremonia del próximo 20 de enero. En ocasiones anteriores, ha afirmado que el líder republicano «toma en serio su fe cristiana»
El presidente electo Donald Trump ha convocado a una serie de líderes religiosos para rezar oraciones en su toma de posesión, prevista para la próxima semana. Por otra parte, los cambios recientes en los servicios inaugurales, tanto en la catedral nacional de Washington como en la iglesia episcopal de San Juan, buscan un enfoque más simple y limitado en comparación con eventos similares en años anteriores.
La iglesia de San Juan, ubicada frente a la Casa Blanca, tiene un lugar especial en las ceremonias inaugurales. Fundada en 1816, es conocida como «La iglesia de los Presidentes» porque casi todos los mandatarios desde James Madison han asistido a servicios allí. Históricamente, es común que el presidente electo participe en un breve servicio de oración la mañana del día de la toma de posesión que suele incluir lecturas bíblicas, himnos y oraciones.
Esta vez, el servicio matutino del Día de la Inauguración no incluirá una homilía. Según el portal de noticias religiosas RNS, el reverendo Robert W. Fisher, rector de la iglesia de San Juan, explicó que, «estoy devolviendo intencionalmente [al servicio] a su naturaleza original, más simple».
Timothy Dolan: el escogido por segunda vez
La ceremonia de toma de posesión del republicano contará con predicadores destacados de varias tradiciones religiosas, recoge la misma fuente. Quién oficiará la oración por segunda vez será el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York. «También [Trump] me había pedido que hiciera la de 2016, así que [cuando] me lo pidió esta vez, le dije: 'Bueno, la hice hace ocho años; espero que esta funcione'», declaró el arzobispo en una entrevista a WPIX. Dolan contará también con la presencia del reverendo Franklin Graham, director de la Asociación Evangelística Billy Graham.
Por otra parte, el rabino Ari Berman, presidente de la universidad judía privada Yeshiva; el imán Husham Al-Husainy, del Centro Islámico Karbalaa en Dearborn, Michigan; y el pastor Lorenzo Sewell, de la iglesia 180 en Detroit, impartirán sus bendiciones. Completando la lista se encuntra el reverendo Frank Mann, sacerdote de la diócesis de Nueva York.
El reverendo Graham y el pastor Sewell tienen vínculos directos con Trump. Sewell, afirma RNS, destacó en la Convención Nacional Republicana de 2024 al afirmar que Dios había elegido al líder republicano «para un momento como este». Por su parte, el imán Al-Husainy fue un defensor del expresidente durante la etapa final de su campaña, destacando su apoyo en Dearborn, una comunidad predominantemente musulmana que tradicionalmente favorece a los demócratas.
«Se necesita fe para ser presidente»
En contraste, Dolan y Berman no han mostrado un respaldo explícito a Trump. El cardenal Dolan, quien pronto cumplirá 75 años y podría enfrentar la jubilación canónica, tampoco ha emitido comentarios políticos. Sin embargo, sí mencionó en la entrevista que había hablado sobre temas de fe con el presidente electo, quien se considera un cristiano no confesional.
En ocasiones anteriores, el purpurado ha afirmado que el líder republicano «toma en serio su fe cristiana». «Creo en el presidente Trump y creo que la fe está despertando», expresó el cardenal. «Aleluya, porque no sé cómo alguien puede ser presidente de los Estados Unidos sin una fe profunda».
Aunque Trump no ha sido un asistente frecuente a servicios religiosos, ha destacado en varias ocasiones su fe protestante. En una entrevista con el programa 700Club en 2011, se describió como presbiteriano y defensor del cristianismo. A lo largo de su campaña, momentos como el atentado fallido contra su vida en Pensilvania en 2024 dieron un matiz espiritual a su narrativa. «Dios me salvó con un propósito», afirmó en un mitin posterior, añadiendo que su misión era «hacer que nuestro país sea más grande que nunca».