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Benedicto XVI junto a la pintora, Georg y las consagradas de Comunión y Liberación que viven con él

Benedicto XVI, junto a la pintora Natalia Tsarkova y las consagradas de Comunión y Liberación que viven con él

¿Cómo y con quién vive Benedicto XVI en el Vaticano?

El 2 de mayo de 2013 el cardenal Ratzinger pudo instalarse en el Convento Mater Ecclesiae, donde reside desde entonces. Se trata de un edificio reformado en época de Juan Pablo II, que se encuentra dentro de los jardines del Vaticano

Hace unos días se presentó en el Vaticano un cuadro del Papa emérito en el que figura con las personas con quienes convive desde hace años, además de su hermano, ya fallecido. La obra es de la pintora rusa Natalia Tsarkova, quien tuvo la oportunidad de mostrarla en el Vaticano. Hay quienes se preguntan quiénes son esas personas y cómo es el día a día de Benedicto XVI.

Hace más de nueve años, el 28 de febrero de 2013, Benedicto XVI se desplazó en helicóptero a Castelgandofo, la residencia de verano de los papas, al hacerse efectiva su renuncia. Allí permaneció durante dos meses, hasta que el 2 de mayo pudo instalarse en el Convento Mater Ecclesiae, donde reside desde entonces. Se trata de un edificio reformado en época de Juan Pablo II, que se encuentra dentro de los jardines del Vaticano.

Nuns watch a giant screen showing  a helicopter with Pope Benedict XVI onboard in St. Peter's Square, at the Vatican,Thursday, Feb. 28, 2013.

©GTRES

Desde el primer momento, el Papa emérito contó con la colaboración y asistencia del prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Georg Ganswein. Durante los primeros años tras la renuncia, Ganswein compaginaba su labor de prefecto, lo que suponía acompañar al Papa Francisco en la mayoría de sus encuentros públicos, con la de secretario de Benedicto, completando jornadas maratonianas. Desde hace un par de años, se ha concentrado solo en la atención del pontífice emérito.

En el convento Mater Ecclesiae, el Papa emérito convive con cuatro memores domini, de nombre Carmela, Loredana, Cristina y Rossella. Se trata de laicas, pertenecientes al movimiento Comunión y Liberación fundado por don Luigi Giussani, que se han comprometido a una vida de castidad, obediencia y vida en común, sin necesidad de realizar votos y sin llevar ningún tipo de hábito.

Estas cuatro memores forman parte de una asociación aprobada por la Santa Sede en 1988 y tienen como obligación dedicar al menos un par de horas al día a la oración y contemplación, aunque sin separarse de la vida mundana. Se ocupan de mantener en orden el monasterio y de la atención al Papa emérito.

Maurice Ashley Agbaw-Ebai, coordinador del instituto Benedicto XVI en África, junto al Papa Emérito en Roma el pasado 22 de octubre

Maurice Ashley Agbaw-Ebai, coordinador del instituto Benedicto XVI en África, junto al Papa Emérito en Roma el pasado 22 de octubreSt. John´s Seminary / www.sjs.edu

Durante la jornada, a las cuatro memores y a Ganswein se une también Birgit Wansing, secretaria personal del Papa Benedicto, que pertenece a otro instituto laical, el de Schoenstatt. Se trata de una institución fundada en 1964 por el padre Josef Kentenich, basado en la consagración a la Virgen María.

Las jornadas en el Mater Ecclesiae comienzan con la Santa Misa, seguida de momentos de oración y de estudio o lectura, así como de lectura de las cartas y correos electrónicos que llegan al Papa emérito. Al final de la mañana, o a primera hora de la tarde, el Papa acostumbraba a recibir invitados, antes de que empezara la pandemia de la covid. A partir de la pandemia, y después por la extrema debilidad de Ratzinger, estos encuentros son cada vez más ocasionales, aunque esta última semana, por ejemplo, ha recibido al arzobispo de Kiev, monseñor Shevchuk.

Por la tarde, durante años acostumbraba a dar un paseo y rezar el rosario junto a la gruta de Lourdes, que está a poco más de 200 metros del convento. Se trata de una explanada, en lo alto del Vaticano, en cuyo extremo se encuentra una réplica del santuario francés. Un lugar tranquilo, que no es accesible a quien no trabaja en el Vaticano, y fresco en verano, al estar en la parte más alta de la colina. En los primeros años daban un paseo hasta allí. Ahora, en días de buen tiempo, conducen al Papa emérito en silla de ruedas para que tome un poco de aire.

La próxima ocasión en que, probablemente, tendremos oportunidad de ver a Benedicto XVI será el 1 de diciembre. Ese día se realiza la ceremonia de entrega del Premio Ratzinger, organizada por la Fundación que lleva su nombre y que preside quien fue su director de Comunicación, el padre Federico Lombardi. Al final de la ceremonia, que tendrá lugar en la Sala Clementina del Vaticano, los galardonados acostumbran a desplazarse al monasterio para encontrar al pontífice emérito.

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