¿Quiénes son los Caballeros de Colón? La orden que ha donado 700.000 euros para el baldaquino de San Pedro
Los Caballeros de Colón encabezan la restauración del Baldaquino de Bernini con el compromiso de aportar 700.000 euros
Los Caballeros de Colón se han comprometido a financiar integralmente la restauración del Baldaquino de bronce dorado en la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano, con un costo estimado de 700.000 euros. Este compromiso se alinea con la solicitud de transparencia realizada por el Pontífice para mejorar la gestión de gastos en el Estado de la Ciudad del Vaticano.
La importancia simbólica del Baldaquino, que se erige sobre la tumba del apóstol Pedro, hace esencial este proyecto. Programado para concluir en diciembre de 2024, la restauración, que contará con la participación de 12 expertos, se realiza en preparación para el Jubileo del 2025 y representa la primera intervención completa en 250 años. Su objetivo es abordar el deterioro causado por cambios microclimáticos, agravados por la afluencia diaria de 50.000 visitantes a la Basílica, considerada como la madre de todas las basílicas cristianas.
Orden fundada en 1882
La financiación provista por los Caballeros de Colón refleja su compromiso de servicio a la Iglesia y al Papa, según informó el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica Papal de San Pedro, durante la presentación de los trabajos de restauración en el Vaticano el 11 de enero de 2024. «Una obra que se inscribe en la continuidad del proyecto de mejora y nueva iluminación de la necrópolis vaticana, también respaldado por los Caballeros de Colón». En efecto, los Caballeros de Colón han respaldado varios proyectos de restauración dirigidos por la Fábrica de San Pedro, «en el marco de una colaboración larga, consolidada y efectiva», contó el cardenal Gambetti: «Una cooperación que ha perdurado ya por cuarenta años para la amorosa conservación de la Basílica y sus numerosas obras de arte y fe».
Los Caballeros de Colón fueron fundados por el sacerdote católico estadounidense Michael J. McGivney el 29 de marzo de 1882 en New Haven, Connecticut. La visión de McGivney al establecer los Caballeros de Colón era brindar apoyo financiero y asistencia mutua a los inmigrantes católicos y a sus familias, especialmente a aquellos que perdían a su principal sostén familiar debido a la muerte del padre, particularmente mineros, es decir, viudas y huérfanos de sus comunidades. A lo largo de los años, la orden ha experimentado un crecimiento significativo y se ha convertido en una de las organizaciones fraternales católicas más grandes del mundo, con 2 millones de miembros y una presencia destacada en numerosos países.
A las órdenes de Roma
Desde su fundación, los Caballeros de Colón han servido al obispo de Roma, comenzando con el Papa León XIII en adelante, según Patrick Kelly, Supremo Caballero del Knights of Columbus. En 1920, el Papa Benedicto XV los llamó por primera vez al servicio activo en Roma después de ver su caridad en Europa durante la Primera Guerra Mundial. Les pidió que lo ayudaran a socorrer a los jóvenes pobres de Roma que sufrían. Los Caballeros respondieron abriendo centros deportivos en toda la ciudad, y su primer centro estaba ubicado donde ahora se encuentran el Aula Pablo VI y la casa Dono di Maria de las Misioneras de la Caridad. Hoy en día, bajo la dirección del conde Enrico Demajo, director de la Oficina de Roma, continúan con la noble tradición de mantener activos sus centros deportivos.
«Hoy, en 13 países de todo el mundo, nuestros miembros continúan esta noble labor. En total, gracias a los ingresos de nuestro programa de seguros de vida y a través de nuestras iniciativas benéficas, los Caballeros de Colón donaron 185 millones de dólares a la caridad y dedicaron 49 millones de horas voluntarias solo el año pasado», declaró Patrick Kelly. «Entonces, al ofrecer nuestra ayuda para la restauración del Baldaquino de Bernini, ofrecemos algo mucho más que solo renovación histórica y arquitectónica, por importante que sea. Hoy, los dos millones de miembros de los Caballeros de Colón renovamos nuestra profesión de fe y apoyo al Santo Padre», añadió.
El 31 de octubre de 2020, el Papa Francisco lo declaró beato mediante un decreto. Nacido en 1852 y fallecido en 1890, McGivney, sacerdote diocesano, dedicó su ministerio parroquial al servicio de su comunidad durante la pandemia del siglo XIX. Es un beato asociado a la defensa de la vida. En efecto, el milagro con el que fue reconocido beato involucra la curación de un niño no nacido en Estados Unidos en 2015, quien fue sanado en el útero después de las oraciones de su familia al sacerdote McGivney. Ahora, se requerirá otro milagro atribuido a su intercesión para su eventual canonización como santo.
Un fundador hecho beato
El Padre McGivney falleció a los 38 años, víctima de neumonía durante una pandemia. Su labor como sacerdote y su fundación de los Caballeros de Colón han dejado un impacto duradero en la Iglesia católica. San Juan Pablo II elogió sus principios en 2003, destacando su visión y celo en el establecimiento de los Caballeros de Colón como un ejemplo de servicio y compromiso con la fe. El proceso de beatificación del Padre McGivney comenzó en 1997 en la archidiócesis de Hartford, y fue declarado venerable por el Papa Benedicto XVI en 2008.
Los Caballeros de Colón se financian principalmente a través de las contribuciones de sus miembros, así como de actividades y eventos caritativos. La organización organiza eventos y actividades caritativas para recaudar fondos. Esto puede incluir cenas benéficas, subastas, torneos deportivos u otras iniciativas locales para obtener recursos económicos. La orden puede invertir y gestionar fondos para generar ingresos adicionales.
Los rendimientos de estas inversiones suelen utilizarse para financiar proyectos caritativos y actividades de la orden. Dado que la orden fue fundada en parte para proporcionar apoyo financiero a las familias en tiempos de necesidad, los seguros y servicios financieros ofrecidos por los Caballeros de Colón también generan ingresos para la organización. Según la revista Forbes, ofrece uno de los 22 mejores servicios de la rama en 2023, con una inversión de 122.000 millones de dólares estadounidenses en seguros de vida para sus miembros y asociados. Asimismo, los Caballeros de Colón pueden buscar patrocinios y colaboraciones con empresas u otras organizaciones que compartan objetivos similares. Estas asociaciones pueden brindar apoyo financiero o recursos para proyectos específicos. La transparencia financiera y la responsabilidad son principios importantes para la orden.
En resumen, los Caballeros de Colón no solo son mecenas generosos de la Basílica de San Pedro, sino también guardianes de la fe y la caridad, encarnando la visión del padre McGivney, un hombre del pueblo cuya bondad sacerdotal se reflejaba en sus incansables esfuerzos por mejorar la condición de aquellos a quienes servía.