El Papa recuerda al «mártir del comunismo» el beato Michal Rapacz

Como preparación para el Jubileo que se avecina, las últimas audiencias del Santo Padre se han centrado en la reflexión del Espíritu Santo. Este miércoles, 19 de junio, como continuación de ese ciclo de catequesis, el Papa ha querido empezar con el mensaje de «la Iglesia tiene una sinfonía de oración y su compositor es el Espíritu Santo», enlazándolo con la importancia de los Salmos en la Iglesia y en la oración de los cristianos, y de cómo estos nos ayudan a abrirnos a una oración «menos centrada en nosotros mismos».

Comparando las oraciones cristianas con una sinfonía que tiene «varios movimientos», el Papa ha declarado que las oraciones de los Salmos tienen «un puesto privilegiado en el Nuevo Testamento» pero, a su vez, explicó que «no todo en los salmos, y no todo de cada salmo, puede ser repetido y hacerse propio» pues estos «reflejan una época y una mentalidad que ya no es la nuestra».

Sin embargo, Francisco no dejó de subrayar que los Salmos son oraciones «para todas las estaciones» y que «no hay estado de ánimo o necesidad que no encuentre en estos las mejores palabras para transformarlas en oración». Poniendo el ejemplo de cuando llegan momentos de angustia y miedo en la vida, «pueden venir en nuestra ayuda las palabras: «El Señor es mi pastor […] Si camino por valles oscuros/ nada temo» (Sal 23, 1.4). Para el Papa, los Salmos «no pierden eficacia a fuerza de ser repetidas, es más, la aumentan» porque «son inspirados por Dios e inspiran Dios».

La catequesis acabó con los tradicionales saludos del Papa a los fieles presentes y peregrinos venidos de todo el mundo, donde saludó con especial atención a los polacos ya que el pasado sábado se beatificó a don Michal Rapacz, que el Papa designó como «mártir del comunismo» y pidió oraciones «para que su testimonio se convierta en un signo de consolación por parte de Dios, en estos tiempos marcados por la guerra».