La Virgen de Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina
El Vaticano anunciará su postura sobre Medjugorje este jueves
En los últimos tres meses, la Santa Sede ha evaluado ocho apariciones distintas, rechazando supuestos milagros y declarando el Nihil Obstat a otras seis
El Vaticano dará a conocer el próximo jueves, 19 de septiembre, su postura oficial sobre las supuestas apariciones marianas en Medjugorje, localidad croata-bosnia en el sur de Bosnia-Herzegovina. El anuncio tendrá lugar durante una conferencia de prensa titulada «Sobre la experiencia espiritual de Medjugorje», en la que intervendrán figuras clave como el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe, y Armando Matteo, secretario de la Sección Doctrinal del mismo.
Medjugorje ha sido un foco de atención para el Vaticano desde 1981, cuando seis niños afirmaron haber presenciado apariciones de la Virgen María. Este lugar ha atraído a millones de peregrinos y se ha convertido en un santuario para muchos católicos devotos. Además de las apariciones, el Vaticano deberá evaluar otro fenómeno ocurrido en la casa de Vicka Ivanovic, una de las niñas videntes, donde supuestamente una estatua de la Virgen emitió luz.
Desde la implementación en mayo de las nuevas normas para evaluar fenómenos sobrenaturales, el Vaticano ha utilizado un sistema de seis tipos de sentencias para dictaminar si los casos son coherentes con la doctrina de la Iglesia. En los últimos tres meses, la Santa Sede ha evaluado ocho casos de este tipo. Sin embargo, solo el Papa tiene la autoridad para declarar una aparición como auténtica, como ocurrió en Fátima y Lourdes.
En los últimos meses, el dicasterio ha aprobado devociones como la de María Rosa Mística en Italia y los mensajes de la Virgen Dolorosa a dos jóvenes españolas tras la Segunda Guerra Mundial. No obstante, también ha rechazado otros supuestos milagros, como las lágrimas de sangre de una estatua en Trevignano Romano y la multiplicación de pizzas y ñoquis anunciada por Maria Giuseppe Scapulla. Tras una investigación, el Vaticano declaró que estos fenómenos no tenían carácter sobrenatural.
La Iglesia, siguiendo lo que enseña el pasaje de los Tesalonicenses (5,21), busca siempre «examinarlo todo y retener lo bueno». Por esta razón, cuando tienen lugar apariciones, no solo se evalúa si el fenómeno sobrenatural ha ocurrido, sino que también analiza el mensaje dado a los videntes, asegurándose de que esté en sintonía con la doctrina bíblica y la tradición de la Iglesia.
El documento publicado por el dicasterio para la Doctrina de la Fe el pasado mayo, titulado Normas para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales, se redactó con el propósito de «apoyar a los pastores en el discernimiento y la escucha del Espíritu Santo» ante estos fenómenos y de proponer «seis posibles conclusiones prudenciales, evitando declaraciones definitivas de sobrenaturalidad», como explica en Mediafighter el padre Alfonso Bruno, profesor en la Pontificia Academia Mariana Internacional, en Roma. Las nuevas Normas proponen seis posibles conclusiones para evaluar el suceso, que pueden ser de utilidad para su discernimiento.
6 posibles conclusiones propuestas en las nuevas Normas
- Nihil Obstat: se reconoce la acción del Espíritu Santo en el evento sobrenatural y no se presentan aspectos problemáticos, por lo que el obispo puede «apreciar el valor pastoral y también a promover la difusión de esta propuesta espiritual».
- Prae oculis habeatur: aunque se reconocen signos positivos en el evento hay elementos arriesgados que «requieren un cuidadoso discernimiento y diálogo con los destinatarios de una determinada experiencia espiritual».
- Curatur: el fenómeno se ha difundido ampliamente obteniendo frutos espirituales pero contiene elementos críticos, por lo que el obispo busca otras formas alternativas de devoción a este fenómeno.
- Sub mandato: puntos críticos identificados en el mal uso que se hace de este fenómeno, cuando, por ejemplo, se quiere obtener un beneficio económico. En ese caso «la dirección pastoral del lugar específico donde se produce el fenómeno se confía o al Obispo diocesano o a otra persona delegada por la Santa Sede, quien, cuando no pueda intervenir directamente, tratará de llegar a un acuerdo razonable».
- Prohibetur et obstruatur: aunque se puedan reconocer elementos positivos del evento sobrenatural, «los problemas y los riesgos parecen graves», declarando públicamente «que no está permitida la adhesión a este fenómeno y que ofrezca simultáneamente una catequesis que pueda ayudar a comprender las razones de la decisión y a reconducir las legítimas inquietudes espirituales de esa parte del Pueblo de Dios».
- Declaratio de non supernaturalitate: basado en pruebas concretas, se declara que el fenómeno no es sobrenatural.
