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Una mujer busca entre los escombros de su casa, destruida por un ataque israelí, objetos rescatables en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza

Una mujer busca entre los escombros de su casa, destruida por un ataque israelíAFP

Francisco, desde el Gemelli, pide desarmar la Tierra: «La fragilidad humana revela lo que queda y lo que pasa»

El Pontífice señala cómo la convalecencia que está viviendo «tiene el poder de hacernos más claros sobre lo que dura y lo que pasa, sobre lo que nos hace vivir y lo que mata»

El Papa Francisco ha vuelto a romper el silencio durante su convalecencia en el hospital Gemelli, enviando una carta al director del diario milanés Il Corriere della Sera, Luciano Fontana, quien le escribió para expresarle su apoyo durante su enfermedad y pedirle que reitere un llamamiento por la paz y el desarme en las columnas del mencionado periódico.

En su respuesta, que recoge Vatican News, el Pontífice agradece la cercanía de Fontana y reflexiona sobre la «absurda realidad» de la guerra, destacando la necesidad urgente de una paz duradera y un desarme global. Con su carta, escrita en un momento tan delicado, Francisco reafirma su compromiso con la paz, pidiendo un esfuerzo conjunto para erradicar el sufrimiento causado por los conflictos.

En un tono reflexivo, el Pontífice señala como este momento de fragilidad que él mismo está viviendo «tiene el poder de hacernos más claros sobre lo que dura y lo que pasa, sobre lo que nos hace vivir y lo que mata».

Francisco no se limita a diagnosticar la situación, sino que lanza un firme llamado a la acción: «Debemos desarmar las palabras, para desarmar las mentes y desarmar la Tierra». En este sentido, subraya la trascendencia de usar las palabras con responsabilidad, pues estas son mucho más que simples expresiones: «son hechos que construyen entornos humanos».

El valor de las palabras y la espiritualidad

En tiempos de crisis, las palabras bien utilizadas pueden convertirse en la clave para la reconciliación, ya que, como bien señala el Pontífice, las palabras pueden conectar o dividir, pueden «servir a la verdad o servirse de ella». Es por eso que destaca la necesidad urgente de «reflexión, de calma y de un sentido profundo de la complejidad» de los problemas que afectan a la sociedad.

La guerra, añade, «devasta sin ofrecer respuestas», mientras que la diplomacia y las organizaciones internacionales requieren de «sangre nueva y credibilidad». En su misiva, el Papa también subraya el papel crucial de las religiones: «Pueden recurrir a la espiritualidad de los pueblos para reavivar el deseo de fraternidad y justicia».

Con su llamada al «compromiso, trabajo, silencio y palabras», el Papa Francisco no solo invita a la paz, sino a una transformación profunda que recupere la esperanza de un mundo más justo. «Sintámonos unidos en este esfuerzo», concluye, «que la Gracia celestial no dejará de inspirar y acompañar».

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