¿Las personas inteligentes piensan más rápido a la hora de resolver problemas?
El objetivo del estudio era comprender cómo las redes biológicas determinan la toma de decisiones
¿Las personas inteligentes piensan más rápido que los demás al resolver problemas? Los resultados de un nuevo estudio realizado por investigadores del Proyecto Cerebro Humano en la Universidad Charité de Berlín, junto con su colaborador en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, publicado en Nature Communications, desafían esta suposición de larga data en la investigación de inteligencia. Adoptando un enfoque inspirado en la biología, construyeron 650 modelos de redes cerebrales (BNM, por sus siglas en inglés) personalizados basados en datos del Proyecto Human Connectome y simularon la dinámica cerebral involucrada en la resolución de problemas.
Las observaciones de las simulaciones cerebrales se compararon con los datos empíricos de los 650 participantes que tomaron la llamada Prueba de Razonamiento Penn Matrix (PMAT), que consiste en una serie de tareas de coincidencia de patrones cada vez más difíciles. Los resultados de estos se cuantificaron en la inteligencia fluida (FI) de los participantes, que podría describirse aproximadamente como la capacidad de tomar decisiones difíciles en situaciones nuevas.
«Encontramos que las personas con puntajes más altos en inteligencia fluida (FI) tardaron más tiempo en resolver las tareas más difíciles en comparación con las personas con menor FI. Solo fueron más rápidos al responder preguntas simples», explica Petra Ritter de la Universidad Charité, autora principal del estudio. «Primero observamos esto en nuestras simulaciones, y solo después vimos que los datos empíricos de los participantes que tomaron las pruebas de inteligencia correspondían a esta tendencia». El laboratorio de Ritter y muchos otros grupos de investigación en HBP utilizan la simulación cerebral para complementar los datos de observación, con el fin de desarrollar un marco teórico de cómo funciona el cerebro.
Un cerebro más sincronizado es mejor para resolver problemas, pero no necesariamente más rápido
En este caso, se ha empleado la simulación cerebral para determinar el vínculo entre la conectividad funcional y estructural del cerebro y el rendimiento cognitivo. Un cerebro más sincronizado es mejor para resolver problemas, pero no necesariamente más rápido. «A medida que se reduce la sincronización, los circuitos de toma de decisiones en el cerebro saltan más rápido a las conclusiones, mientras que una mayor sincronización entre las regiones del cerebro permite una mejor integración de la evidencia y una memoria de trabajo más sólida», dice Ritter.
Modelos para IA
Intuitivamente, esto no es tan sorprendente: si tiene más tiempo y considera más evidencia, invierte más en la resolución de problemas y encuentra mejores soluciones. Aquí no solo mostramos esto empíricamente, sino que demostramos cómo las diferencias de rendimiento observadas son una consecuencia de los principios dinámicos en modelos personalizados de redes cerebrales.
El objetivo final del estudio no es averiguar qué tan rápido se debe pensar, sino comprender cómo las redes biológicas determinan la toma de decisiones para el desarrollo de herramientas bioinspiradas y aplicaciones robóticas. Por lo tanto, modelar la dinámica cerebral de la toma de decisiones inteligente es un enfoque prometedor para crear aplicaciones inteligentes. «Creemos que los modelos biológicamente más realistas pueden superar a la IA clásica en el futuro», dice Ritter.