Kéfir: beneficios del alimento milenario que se vuelve a poner de moda
Para su realización hay que aplicar una doble fermentación (la ácido láctica y la alcohólica) a la leche entera
En el mundo de la alimentación existen fiebres o tendencias de ciertos productos que, bien por sus propiedades beneficiosas para la salud o por su buen sabor, comienzan a desaparecer de las estanterías.
Uno de los últimos es el kéfir. Se trata de un producto de leche fermentada a través de la acción de un conjunto de levaduras y bacterias. Derivado de la palabra turca keyif («sentirse bien»), este es uno de los productos lácteos más antiguos que se conocen, y es que tiene su origen hace miles de años en el Cáucaso.
Su realización es sencilla: hay que aplicar una doble fermentación (la ácido láctica y la alcohólica) a la leche entera, lo que resulta en una bebida carbonatada. Esta fermentación alcohólica es el mismo proceso que se da en vinos y licores, pero en cantidades muy pequeñas, despreciables en su acción alimentaria.
Tal y como explican desde Cantero de Letur, empresa que primero fabricó y puso en el mercado un kéfir ecológico certificado, su textura es más suave y un poco más líquida que la del yogur, mientras que su sabor ácido se asemeja al yogur natural, siendo además un punto más agrio. «Se puede decir, por tanto, que el kéfir tiene su propia personalidad y produce consumidores muy fieles», según explican.
Propiedades
El kéfir facilita la digestión, promueve la salud intestinal y contiene muchos compuestos y nutrientes, como la biotina y el folato, que ayudan a poner en marcha el sistema inmunológico, protegen las células y ayudan a mantener la salud general del organismo, tal y como informa la Asociación de intolerantes a la lactosa de España (Adilac). Además, es un alimento rico en probióticos, proteínas, calcio y vitaminas B12, D y K2, nutrientes que favorecen el mantenimiento de la salud ósea y detienen su degeneración.
Su efecto antibiótico y antivírico previenen ciertas enfermedades y cura trastornos internos, según la Federación de Asociaciones de enfermos de Crohn y colitis ulcerosa de España (ACCU). Al tomar kéfir, la producción de gérmenes patógenos siempre queda neutralizada por aquellos que sí son beneficiosos, estimulando las defensas.
El Diario de la Academia de Nutrición y Dietética mostró también que el kéfir mejora la digestión y la tolerancia a la lactosa en adultos con malabsorción de la misma. Asimismo, ayuda con los problemas sistémicos de la piel y con otros, como quemaduras y erupciones.
Kéfir de agua
Para aquellos que sean veganos, existe una alternativa al kéfir de leche, y es el de agua. Es un cultivo de bacterias y levaduras que se encuentra en una matriz de polisacáridos. Para su desarrollo consume azúcar y produce una bebida refrescante y sana.
Tanto el de leche como el de agua tienen la misma microflora, pero adaptados a medios distintos, y se dan distinciones en cuanto a las enzimas presentes en unos y otros.