Los beneficios para tu salud del sabor amargo de la escarola
Esta verdura, variedad de la endibia, se caracteriza por su hoja rizada y puntas dentadas
La preocupación por mantener una dieta sana y equilibrada hace que, a pesar del frío, las ensaladas sigan formando parte de muchos menús invernales sustituyendo la lechuga por una tierna escarola. Aunque ya podemos disponer de esta variedad de la endibia, que se caracteriza por su hoja rizada y puntas dentadas, en cualquier momento del año, su resistencia a las bajas temperaturas la hace habitual en los meses de más frío cuando ofrece su esplendor y mayor calidad.
La escarola, consumida desde tiempos de romanos, griegos y egipcios, su introducción en Europa data del siglo XIII, es una verdura con bajo contenido calórico, punto en común con el resto de los vegetales su, dado su escaso contenido en nutrientes energéticos (hidratos de carbono, proteínas y grasas) según precisa la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Según cuenta en una entrevista con Infosalus Yoana Terés, dietista-nutricionista del Colegio profesional de Dietistas Nutricionistas de Aragón, a nivel de nutrientes es fuente de minerales y de vitaminas; y nos aporta bastante fibra, destaca. Entre los minerales apunta fundamentalmente al potasio, «un indicativo de que es un producto diurético»; aunque también habla de su aportación de fósforo y de calcio. Eso sí, esta especialista, subraya que el calcio de las hortalizas, al no proceder de una fuente animal, se absorbe peor.
Minerales
Desde la FEN indican que entre los minerales más abundantes, aunque en cantidades discretas, se encontrarían el calcio, el fósforo, el hierro y el potasio, estos dos últimos los más abundantes; si bien en el caso del hierro presente en la escarola resalta igualmente que no se asimila tan bien como el de origen animal, igual que sucedería con el calcio, porque la fibra de la verdura interfiere en su absorción a nivel intestinal.
Vitaminas
A juicio de Yoana Terés resalta igualmente la presencia de ciertas vitaminas en este vegetal, como la vitamina C, o la vitamina B9 o ácido fólico, tan recomendable en las embarazadas.
No obstante, desde la FEN subrayan que este alimento contiene también otros principios activos con carácter antioxidante como los flavonoides (miricetina, quercetina, entre otros), además de compuestos fenólicos como los ácidos cafeico y ferúlico, «potentes antioxidantes con capacidad de inhibir la actividad carcinogénica».
Los beneficios de su sabor amargo
Pero si algo distingue a la escarola, según esta dietista-nutricionista aragonesa, es su peculiar sabor amargo, que puede hacer que no sea del gusto de todo el mundo, y esto, según explica, es debido a una sustancia que se llama intibina. «Esta estimula el apetito, favorece la digestión, la secreción de jugos gástricos, y es lo que la hace más fácil de digerir», resalta.
La buena escarola dice que se recoge en los meses de frío, desde noviembre hasta febrero aproximadamente, aunque puede encontrarse todos los meses del año ya, envasada en bolsas y lavada, o bien fresca en las tiendas pequeñas y grandes superficies.
Cómo elegir una escarola
A la hora de comprarla fresca, Terés aconseja que esté «prieta», «muy abrazada en sí misma», porque si está muy abierta, o incluso las hojas están secas, esto puede ser indicativo de que hace días que se ha recolectado. «El ácido fólico está en las hojas más verdes y normalmente las externas son algo más duras, pero se pueden comer también con agua debajo del grifo», añade.
Una vez comprada, porque a veces son muy grandes, se debería lavar solo lo que vamos a consumir, según recomienda. Aunque dice que también se puede lavar un poco más debajo del grifo con el chorro del agua, intentar secarla, y guardarla dentro de una bolsa en la nevera, pudiendo aguantar 2 o 3 días, según asegura.
Si queremos consumirla, Yoana Terés apunta a la ensalada, y dice que se le puede dar un toque diferente. En Aragón suele comerse con ajo picado y aceite y vinagre, aunque ella confiesa que a ella le encanta con la granada, que le aporta un toque dulce, y además siendo otra fruta típica del otoño y que puede contrastar con ese amargor.
«Todos los productos de la huerta son atemporales. Pero a todo el mundo le recomiendo intentar consumir el producto de temporada porque siempre es más bueno, y seguramente más económico. Algo que no sabe mucha gente es que hay sopas de escarola, así que invito a todo el mundo a probarlo», concluye esta dietista-nutricionista.