Alimentación
Así debes limpiar tu sistema digestivo, según una nutricionista
Si tienes hambre entre comidas, podría ser señal de una nutrición inadecuada o de un desequilibrio en los niveles de glucosa
El bienestar digestivo es fundamental para una vida saludable, y la nutricionista Nutrinast comparte valiosos consejos en un vídeo de TikTok sobre cómo limpiar tu sistema digestivo de manera efectiva. En su contenido, explica que «la inflamación, los gases y el estreñimiento» son síntomas que pueden deberse a una limpieza inadecuada.
Durante las horas en las que no comemos, se activa un proceso conocido como complejo motor migratorio (CMM). Este movimiento, que consiste en una serie de contracciones en el estómago, es «crucial para mantener la limpieza intestinal y asegurar que la digestión sea eficiente».
El CMM dura entre una hora y media y tres horas, lo que resalta la importancia de evitar consumir alimentos con demasiada frecuencia. Según recomienda Nutrinast, es preferible «espaciar las comidas cada tres o cuatro horas, en lugar de recurrir a snacks constantes».
Si tienes hambre entre comidas puede ser un indicio de una nutrición inadecuada o de desequilibrios en los niveles de glucosa en sangre. Cuando la glucosa no se regula adecuadamente, el cuerpo puede experimentar picos y caídas de energía, lo que desencadena el hambre de manera más frecuente.
La importancia de escuchar al cuerpo
Es importante prestar atención a los ruidos del estómago después de comer. A menudo, estos son el inicio del proceso de limpieza del sistema digestivo y no deben ser interpretados como señales de hambre. Para no interrumpir esta limpieza natural, la nutricionista sugiere que, si decides consumir algo entre comidas, «optes únicamente por agua, café solo, caldos o infusiones sin azúcar».
Al mismo tiempo, también enfatiza la relevancia de «un ayuno nocturno de al menos 12 horas». Este puede ser clave para levantarse sin gases y con un intestino más limpio, lo que puede contribuir a una sensación de bienestar general.
La clave no está en seguir dietas restrictivas, sino en cuidar nuestra alimentación y priorizar la calidad de lo que consumimos. Con un enfoque en la nutrición adecuada y prácticas alimentarias saludables, es posible mejorar nuestra calidad de vida.