Ocho beneficios de hacer natación

Siempre se ha dicho que es uno de los deportes más completos, y así es. La natación es un ejercicio en el que se ven implicados dos tercios de los músculos y supone una excelente manera de trabajar todo el cuerpo y fortalecer el sistema cardiovascular.

Pero más allá de esto, existen multitud de motivos que harán que practicar este deporte acuático este invierno se haga menos costoso. Aquí presentamos ocho razones para iniciarse –o continuar– en el mundo de la natación.

• Trabaja todo el cuerpo: potencia la fuerza, la resistencia y la flexibilidad al mismo tiempo. Cada estilo (crol, espalda, braza, mariposa) se enfoca al trabajo de diferentes grupos de músculos pero, en cualquier caso, el agua proporciona una resistencia que, al moverse, hace que se ejerciten todos los músculos.

• Desarrolla la coordinación. Con este deporte se trabajan muchas partes del cuerpo a la vez debido a que se producen muchos movimientos simultáneamente. Para poder avanzar en el agua hay que mover brazos y piernas con un ritmo concreto y alternándolo con la respiración, por lo que se adquieren grandes habilidades de coordinación.

• Bajo impacto sobre huesos y articulaciones. El cuerpo pesa menos bajo el agua y no recibe el impacto del asfalto u otras superficies duras como ocurre en otros deportes. Esto hace que las articulaciones y los huesos se desgasten menos y también haya menos riesgo de sufrir lesiones.

• Aumenta la capacidad pulmonar. El buen manejo de la respiración es esencial en natación para mantenerse a flote y realizar una buena técnica de nado, optimizando al máximo el uso del aire. Por ello, este deporte es beneficioso para aquellos que tienen enfermedades respiratorias. Según un estudio publicado en la Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas, la práctica de natación puede ser muy ventajosa para que las personas que padecen asma tengan una mejor calidad de vida.

• Mejora la circulación y el sistema cardiovascular. Nadar disminuye la frecuencia cardíaca, regula la presión arterial, crea resistencia y mejora el consumo de oxígeno. Además, el hecho de que la temperatura ambiente siempre sea fresca y que se desarrolle el ejercicio en posición horizontal contribuye a mejorar la circulación de la sangre.

• Quema grasas. Al nadar se incrementa el nivel de actividad física y aumenta la cantidad de energía que quema el cuerpo, lo que convierte a este deporte en un factor ideal para cualquier programa de control de peso. En función de la intensidad, con la natación se pueden quemar entre 500 y 600 kilocalorías por hora.

• Beneficios neuronales y cognitivos. Los dos hemisferios y los cuatro lóbulos del cerebro se ponen en funcionamiento cuando se nada, lo que conlleva a mayor cognición. La coordinación motriz también favorece la creación de nuevos lazos neuronales y hace que se incremente la concentración. Todo ello mejora la claridad mental, la memoria y el enfoque en nuestras actividades cotidianas.

• Mejora el estado de ánimo. Varios estudios han demostrado que aquellas personas que realizan natación presentan una mejora en el estado anímico. Al nadar se liberan factores neurotróficos en el cerebro que se cree que son útiles para controlar el estrés, la ansiedad y el estado de ánimo.