La Navidad puede ser un momento de melancolía

La Navidad puede ser un momento de melancolíaGTRES

Por qué la Navidad es para muchos sinónimo de melancolía

Perder a un ser querido o tener problemas de salud puede causar esta sensación de tristeza profunda

Vivir la Navidad como una época festiva no siempre es posible. Si bien para los cristianos la celebración de la llegada del Niño Jesús es algo alegre y motivo de celebración, las circunstancias personales pueden no acompañar esta felicidad.

La psicóloga sanitaria Anushik Harutyunyan, de Onelife, explica a Europa Press que, aunque esta época suele estar asociada con «la más feliz del año», para muchas personas «no es así», siendo una época relacionada con la melancolía: «Hay familiares que faltan a la mesa, no nos gusta la presión de reunirnos con familiares o amigos con los que apenas nos relacionamos o cuando la comida o los regalos no son un refuerzo para nosotros, las navidades pueden ser un momento muy complicado», explica la experta.

Muchas familias en situación de vulnerabilidad económica pueden sentirse abrumadasAnushik Harutyunyan

«Además, si tenemos a seres queridos en situaciones complejas como personas en cuidados paliativos o residencias, tampoco podemos evitar pensar en cómo estarán y echarles de menos en nuestras mesas», recuerda.

Tal y como precisa, la melancolía es una sensación de tristeza profunda, pérdida de placer o reactividad ante estímulos placenteros que suele estar relacionado con una pérdida de peso, enlentecimiento cognitivo y una excesiva culpabilidad. Suele estar integrada dentro de los cuadros depresivos observados a nivel clínico y los síntomas mejoran con una intervención psicológica o tratamientos biológicos, como la medicación o algunas técnicas invasivas.

Por último, recuerda que la Navidad se relaciona directamente con un gasto económico «muy grande», sobre todo, cuando se tienen niños pequeños. «Muchas familias en situación de vulnerabilidad económica pueden sentirse abrumadas. Tanto los mayores, por no cumplir con las expectativas de los pequeños, como los pequeños, al no recibir el regalo deseado. En los primeros se desarrollan sentimientos de culpa y malestar emocional, mientras que en los segundos una gran decepción», resume la experta.

En estos casos, advierte de que se pueden desarrollar trastornos emocionales. Además, en personas que ya tienen una patología psiquiátrica previa hay riesgo de que pueda verse agravada. «En estos casos, hay que mostrarles nuestro apoyo y estar atentos a cualquier señal de empeoramiento para buscar la ayuda pertinente», señala la psicóloga de Onelife.

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