Medicina
Las agresiones a los médicos se disparan un 39 % en el segundo año de pandemia
Atención Primaria se mantiene a la cabeza de las estadísticas con el 51,1 % de los casos
En 2021 se registraron un total de 612 agresiones, 171 más que el año anterior
«El problema de las agresiones a los sanitarios ya era anterior al estallido de la pandemia»
Las agresiones a la profesión médica se han disparado hasta un 39 % en 2021, segundo año de la pandemia. La Atención Primaria se mantiene a la cabeza de las estadísticas con el 51,1 % de los casos y las agresiones a las médicas, el 62 % del total, consolidan la tendencia al alza de los últimos años.
Los insultos y amenazas representan el 87 % de los casos, mayoritariamente a mujeres, mientras que el 13 % fueron agresiones que acabaron en lesiones físicas y también las médicas fueron las principales destinatarias, en un 56 %, frente a sus compañeros de profesión, un 44 %, según el Observatorio contra las Agresiones del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM)
Los datos publicados con motivo del Día Europeo Contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, que se celebra este sábado, constatan que en 2021 se registraron un total de 612 agresiones, 171 más que el año anterior, lo que sitúa la cifra total desde 2011 en 5.649.
Además de la Atención Primaria, con el 51,1 % de los casos, las agresiones en los hospitales suben cinco puntos y acaparan el 22 %.
Urgencias de Atención Primaria sufre el 7,9 % de las agresiones, porcentaje muy similar al de Urgencias de hospitales, con el 7,7 % mientras que en atención domiciliaria «in itinere» las agresiones suponen ya el 1,7 % del total.
«Vivimos tiempos de gran hostilidad social, y eso se observa en la calle. El médico en su consulta es una víctima más. Estamos en un momento donde hay menos educación en valores», declaraba a El Debate recientemente Gaspar Garrote, del Observatorio Nacional contra Agresiones a Médicos de la OMC.
«Probablemente, el sistema facilita que la mala educación y la falta de valores aumente las posibilidades de agresión. La administración no facilita las cosas. El profesional está sufriendo mucho tiempo de fatiga y cansancio y eso ha empeorado la relación con su paciente. Y mucho sanitario se ha marchado fuera de España en busca de mayor reconocimiento profesional y mejor remuneración», explicaba.