El paracetamol, altamente nocivo para la resaca

Cuando se va a consumir determinado medicamento es muy importante mirar bien el prospecto para saber los efectos secundarios que tiene, la dosis que debe ser digerida. A su vez, es muy relevante tener en cuenta las posibles interacciones del fármaco con otros alimentos o bebidas.

El paracetamol es uno de los principales analgésicos y antipiréticos que se utilizan para tratar la fiebre y el dolor leve o moderado. Su venta es libre en España y dado que es muy fácil de conseguir, se trata de uno de los principales medicamentos para paliar el dolor que se encuentra en todos los hogares españoles.

En principio, y siempre atendiendo a las pautas y a las dosis marcadas por la ficha técnica, se trata de una sustancia completamente segura para nuestro organismo. No obstante, hay que tener en cuenta algunas consideraciones.

Es un medicamento que a simple vista no tiene muchos efectos secundarios. La cosa cambia si se mezcla con otros fármacos o con alimentos que son incompatibles para su uso.

Si se consume el paracetamol con otros alimentos, hay que tener en cuenta cuáles son beneficiosos, ya que la velocidad de absorción varía. El efecto es prominente si se han consumido muchos alimentos ricos en hidratos de carbono o pectinas y determinadas frutas y verduras

¿Qué pasa con el alcohol y el paracetamol?

Lo que se debe evitar es el consumo de paracetamol junto a bebidas alcohólicas (tanto antes de consumirlas como después). Por lo general, no es muy recomendable mezclar alcohol y medicamentos, pero tomarse un paracetamol para paliar los efectos de la resaca puede resultar especialmente agresivo para el cuerpo.

Al consumir las dos sustancias lo que sufre es el hígado, ya que se metabolizan en el órgano vital mediante una enzima llamada CYP2E1. Ambos productos producen metabolitos hepatotóxicos, que son los encargados de ir dañando poco a poco el hígado.

Normalmente, existe una sustancia protectora, el glutatión, que neutraliza la mayor parte de estos metabolitos; pero, cuando el paracetamol y el alcohol se consumen juntos, la cantidad de sustancias hepatotóxicas puede sobrepasar el efecto protector del glutatión, incrementando el daño en el hígado.

¿En qué se diferencia del ibuprofeno?

Pese a que el paracetamol y el ibuprofeno son medicamentos con capacidad analgésica y antipirética, este último pertenece al grupo de fármacos AINE o antiinflamatorios no esteroides, por lo que además cuenta con capacidad antiinflamatoria. De ese modo, el ibuprofeno, además de combatir la fiebre y el dolor, reduce la inflamación, siendo una de las diferencias más destacables.

Otro aspecto claramente diferenciador entre ambos guarda relación con los efectos secundarios que presentan tras su ingesta. Mientras que el paracetamol a penas tiene efectos adversos, el ibuprofeno puede ocasionar trastornos gastrointestinales, de ahí que deba tomarse en las comidas. Además, puede dañar al riñón y al hígado, y producir efectos dermatológicos y cardiovasculares contraproducentes.

Por tanto, el paracetamol no es un medicamento gastrolesivo y tampoco incide negativamente en la coagulación de la sangre, al contrario que sucede en el caso del ibuprofeno, que actúa reduciendo el nivel de plaquetas en sangre.