Inhalar humo del tabaco en el período posnatal aumenta el riesgo de obesidad a los 12 años
La investigación analizó la exposición al humo ambiental durante el embarazo y a lo largo de los primeros cuatro años
Un estudio conjunto de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y de la Universidad estadounidense de Brown ha concluido que la exposición al humo ambiental del tabaco durante los primeros años de vida aumenta en un 75 % el riesgo de sobrepeso u obesidad a los 12 años.
Según ha informado la USC, la investigación, que se ha publicado en la revista Obesity, ha evidenciado como la exposición posnatal se asocia con mayor peso, masa grasa, circunferencia de cintura, grasa visceral, grasa androide y mayor índice de masa corporal y masa magra a los 12 años.
«La exposición al humo ambiental de tabaco durante el período posnatal podría tener una mayor influencia en la composición corporal de los adolescentes, en comparación con el período prenatal», ha explicado la investigadora Nerea Mouriño Castro.
Así, el trabajo constituye un estudio realizado con datos de una cohorte prospectiva estadounidense, 'The Health Outcomes and Measures of the Environment (HOME) Study'. Este tipo de investigación se puede definir como «el seguimiento a un grupo de individuos que comparten múltiples aspectos pero que se diferencian en ciertas características», ha aclarado la USC.
Realización del estudio
De esta forma, para el estudio, la cohorte estadounidense reunió a mujeres embarazadas en el año 2003 y, desde ese momento, continuaron con su seguimiento y el de sus hijos para valorar los efectos en la salud, durante la infancia y adolescencia, derivados de la exposición prenatal y posnatal al humo ambiental del tabaco.
El objetivo de la investigación fue examinar la influencia de la exposición al humo ambiental durante el embarazo y a lo largo de los primeros cuatro años de vida en la composición corporal a los 12 años de edad, con la valoración de posibles modificaciones del efecto dependiendo del período de exposición y el sexo de los adolescentes.
«Este estudio refuerza la necesidad de intervenciones de salud pública encaminados a disminuir la exposición al humo del tabaco entre los niños, tanto durante el embarazo como después del nacimiento», ha sentenciado la investigadora.