¿Es verdad que la tostada quemada provoca cáncer?

En 2002, el descubrimiento de acrilamida en ciertos snacks sacudió a los consumidores y a la industria alimentaria. La acrilamida, un probable carcinógeno humano, se forma mediante una reacción química al hornear o freír. Su presencia en alimentos populares como cereales y patatas fritas, horneados, asados y tostados, así como en el café, se ha convertido en uno de los problemas más difíciles que enfrenta la industria alimentaria.

En los últimos años los fabricantes de alimentos deben cumplir con normativas cada vez más estrictas sobre la presencia de acrilamida en sus productos, sin embargo, este probable cancerígeno para los humanos, puede aparecer en casa con el sencillo gesto de tostar una rebanada de pan. La 'reacción de Malliard' es un proceso químico en el que los aminoácidos y los azúcares reaccionan durante el horneado o la fritura para dar a los alimentos una corteza marrón y un sabor tostado. Sin embargo, además de deliciosos compuestos orgánicos, la reacción produce acrilamida.

Entonces, surge la duda: ¿estoy poniendo en riesgo mi salud si me tomo una tostada cada mañana? ¿Estoy aumentando el riesgo de desarrollar un cáncer?

Los expertos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyeron que los niveles actuales de exposición a través de la dieta no presentan un peligro para la salud, aunque para bebés y niños con una alta exposición a través de la dieta, el margen de exposición se acerca a los valores que pueden presentar peligro para estos efectos. Lo cierto es que no hay pruebas fehacientes de que el consumo humano de acrilamida en la dieta sea perjudicial.

Riesgo para la salud

Un estudio de la Universidad de Cambridge llegó a la conclusión de que alguien sólo estaría en riesgo si consumiera 320 rebanadas de pan muy tostado cada día. Los expertos afirman que realmente lo que podría aumentar el riesgo de cáncer no es cómo se cocina la comida, sino qué comida se come como por ejemplo los ultraprocesados, como galletas, pizzas del súper o bollería empaquetada. Diferentes estudios vinculaban el alto consumo de ultraprocesados con las enfermedades cardíacas, el cáncer colonorrectal y la muerte prematura.

Sin embargo, llevar una dieta equilibrada rica en verduras, frutas y alimentos ricos en fibra, como pan integral, arroz y pasta, puede ayudarle a reducir el riesgo de cáncer.