El pan blanco tiene un alto índice glucémico

El pan blanco tiene un alto índice glucémico

Qué pasa si comemos demasiado pan, esto es lo que dice la nutricionista Sandra Moñino

La solución real a la inflamación es llevar una alimentación variada

En muchas ocasiones y sin saber muy bien por qué, sentimos el vientre hinchado, estamos de mal humor o más cansados de lo normal. Detrás de ello podría haber un problema de inflamación. La nutricionista Sandra Moñino, en su libro Adiós a la inflamación (Ed. HarperCollins), ofrece todas las claves y trucos para identificarla, prevenirla y combatirla.

En una entrevista en El Debate, la nutricionista afirmaba que «para explicar que es la inflamación crónica, antes debemos explicar qué es la inflamación en general. Nosotros, cuando nos damos un golpe, por ejemplo en un brazo, notamos cómo se inflama porque está protegiendo a nuestros huesos y músculos de que se vean afectados. Realmente una inflamación es algo positivo, algo que nuestro cuerpo necesita para reforzarnos frente a un ataque mayor» y añadía que el problema surge cuando esa inflamación se vuelve crónica. «Y esto ocurre porque, al igual que cuando notamos un golpe en el brazo nuestro cuerpo se inflama para proteger nuestros huesos y nuestros músculos, cuando tú comes un alimento que es pro inflamatorio, como por ejemplo el azúcar o las grasas hidrogenadas, nuestro cuerpo se inflama para protegernos frente a ese ataque. Si un día te tomas un helado, no pasa nada, porque esa inflamación al día siguiente se va a pasar. Pero si estás constantemente expuesto a este tipo de alimentos, nuestro cuerpo crea una inflamación crónica intestinal».

Qué pasa si comemos mucho pan

En Upeka by Aegon Sandra Moñino explicaba que es lo que sucede cuando comemos más pan del que se debería: «La población general consume muchos alimentos ricos en omega seis como cereales, harinas o aceites. Si se analiza la alimentación de una persona desde el desayuno —tostada con un poco de aceite y un zumo de naranja—; la comida y la merienda con un trocito de pan, o por la noche con un tazón de copos de avena, al final lo que estamos haciendo es añadir un extra de omega seis a nuestra alimentación» y añade: «Esto da como resultado unos índices de omega seis muy altos, mientras que el omega tres está muy bajo, lo que genera un efecto inflamatorio a nuestro organismo».

La nutricionista aconseja intentar equilibrar y aumentar los alimentos ricos en omega tres, ingiriendo pescados azules pequeños, semillas de forma vegetal y mantener ese omega seis, que también es interesante en algunos casos, pero más bajo.

La solución real a la inflamación, afirmaba la nutricionista en El Debate, es llevar una alimentación variada, una alimentación nutritiva y antiinflamatoria. Una alimentación donde nunca vas a pasar hambre, que te va a motivar y que se pueda hacer con toda la familia porque la pueden hacer pacientes que tengan patología, mujeres embarazadas, niños, ancianos... Es una alimentación que puede hacer prácticamente todo el mundo.

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