Los riesgos de comprar ortodoncia invisible o retenedores sin control del dentista
La obsesión por lucir una sonrisa perfecta ha provocado un aumento de la popularidad de los tratamientos de ortodoncia «invisible» y blanqueamientos dentales, sobre todo, en adultos. Sin embargo, la proliferación de empresas que han aprovechado esta situación para vender alineadores a domicilio ha puesto en alerta a los dentistas por el riesgo que puede suponer para los pacientes.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ya advirtió que no se deben comprar aparatos de ortodoncia online, algo muy frecuente en el caso de los alineadores dentales invisibles. Sobre este tema, se han identificado 50 riesgos de daño irreversible que pueden causar los tratamientos de ortodoncia a distancia entre los cuales se incluyen daños como la falta de coordinación de las arcadas dentarias, un resultado estético facial inadecuado, dolor de la articulación temporomandibular o aparición de descalcificaciones y manchas dentarias, entre otros.
Estas compañías promocionan sus productos en las redes sociales, donde ofrecen tratamientos de ortodoncia con alineadores transparentes a unos precios más baratos que las clínicas dentales y sin control por parte del dentista.
En algunos casos, el paciente acude solo una vez al establecimiento, donde le harán una toma de impresión digital y, posteriormente, le entregarán todos los alineadores del tratamiento. En otras ocasiones, es el propio paciente quien se hace las fotos y los moldes en su propio domicilio, los envía a la empresa y después recibe los alineadores, que se irá cambiando según la pauta que le dé la mercantil. En ambos casos, el seguimiento por parte del facultativo será inexistente.
Ocurre lo mismo con los blanqueamientos dentales. A pesar de publicitarse continuamente en redes sociales y estar disponibles en diversas páginas web para cualquier usuario, según la normativa solo pueden venderse al público general aquellos que tengan una concentración ≤0,1 % de peróxido de hidrógeno, cuyos efectos son mínimos, en ocasiones, ni siquiera apreciables. De hecho, en muchos casos podría tratarse de publicidad engañosa.
Blanqueamientos dentales
La venta de productos con mayor concentración de peróxido de hidrógeno debe quedar restringida a los dentistas. La Organización Colegial advierte de que llevar a cabo estos tratamientos en el propio domicilio sin control sanitario puede provocar inflamación de encías, deterioro del esmalte, sensibilidad dental, e incluso pérdida de dientes.
El Dr. Castro Reino explica: «La venta al público general de determinados productos sanitarios y tratamientos, como es el caso de estos alineadores y blanqueamientos, puede desencadenar graves problemas irreversibles en la salud bucodental de los usuarios, además de estar prohibido por la normativa vigente, ya que no permite la publicidad dirigida al público en general de productos sanitarios destinados a ser utilizados o aplicados exclusivamente por profesionales».
Cuánto cuesta una ortodoncia
Estas empresas juegan con el coste elevado de las ortodoncias en las clínicas dentales. El precio de los brackets dependerá mucho del tipo que se utilicen. Los más económicos son los metálicos tradicionales que oscilará entre los 2.000 y los 3.000 euros, mientras que los autoligables pueden llegar a costar 5.000 euros y los linguales —que se colocan en la parte interior de los dientes— los 7.000 euros. Un tratamiento medio con alineadores invisibles rondará los 5.000 euros.
El precio de los retenedores dentales tras una ortodoncia ronda los 120 euros.