Cómo evitar que una infección de los ojos te deje ciego en seis meses como le ha pasado a Elton John
El pasado mes de septiembre, el cantante británico Elton John, de 77 años, revelaba que una infección ocular grave, sufrida durante el verano, le había dejado la «vista limitada en un ojo». Aunque parecía que poco a poco iría recuperando la visión, lo cierto es que esta semana, en una gala musical, el ganador de cinco premios Grammy, admitía que no podía ver con ninguno de los ojos: «He perdido la vista y no he podido ver la actuación, pero he disfrutado escuchándola», decía el músico.
Las infecciones oculares son un problema de salud relativamente frecuente que suelen evolucionar de manera positiva sin causar graves afecciones de salud. Sin embargo, en un pequeño número de casos evolucionan a algo mucho más grave y los pacientes experimentan síntomas que van desde picazón e hinchazón hasta pérdida de la visión. En casos raros, las infecciones pueden incluso provocar ceguera.
La conjuntivitis, con frecuencia llamada «ojo rosa» – es una inflamación de la conjuntiva causada por una infección o una alergia. Los ojos se ponen rojos y se hinchan, ya veces producen una descarga pegajosa. Los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva se inflaman y se enrojecen. Puede tener conjuntivitis en uno o ambos ojos.
Tres tipos de conjuntivitis
La conjuntivitis viral. Está causada por el mismo virus del resfrío común. Es muy contagiosa y causa ardor, ojos rojos y descarga acuosa.
La conjuntivitis bacteriana es una infección muy contagiosa que causa dolor, ojos rojos y pus pegajoso.
La conjuntivitis alérgica no es contagiosa y produce picazón, ojos rojos y acuosos, y los párpados pueden inflamarse.
Cuando puede causar ceguera
La principal causa de ceguera infecciosa es el tracoma y afecta ambos ojos. Lo causa una bacteria llamada Chlamydia trachomatis y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tracoma ha causado deterioro visual a cerca de dos millones de personas en el mundo, causando ceguera irreversible a una gran parte de ellas.
Según explican en la American Academy of Ophthalmology en sus primeras etapas, el tracoma causa conjuntivitis aguda. Los primeros síntomas comienzan a aparecer entre cinco y 12 días después de la exposición a la bacteria.
Los síntomas pueden incluir picor leve e irritación de los ojos y los párpados, y secreción en los ojos y, a medida que la infección avanza, causa dolor en los ojos y visión borrosa. Si la infección no se trata, se crean cicatrices en el interior del párpado: «Esto hace que las pestañas se desvíen hacia adentro del ojo causando triquiasis. Las pestañas rozan y raspan la córnea, la capa transparente que recubre la parte frontal del ojo. Esta irritación continua hace que la córnea se vuelva opaca. Puede hacer que se formen úlceras de la córnea y producir pérdida de visión».
Un solo episodio de tracoma rara vez causa problemas. Los oftalmólogos creen que las infecciones repetidas pueden causar cicatrizaciones y complicaciones que pueden derivar en ceguera. Los antibióticos son efectivos para tratar los casos tempranos de tracoma. El tratamiento temprano puede prevenir las complicaciones a largo plazo.
Uveítis
La uveítis es la inflamación de úvea, capa intermedia del ojo que suministra la mayor parte de la sangre a la retina.
La inflamación de la úvea puede afectar a la córnea, la retina, la esclera y otras partes vitales del ojo. La inflamación de esta capa, uveítis, puede afectar de forma irreversible a la visión, ocasionando ceguera. El Dr. Manuel Sáenz de Viteri Vázquez, oftalmólogo de la Clínica Universidad de Navarra, explica: «La uveítis es una enfermedad grave que puede afectar de forma irreversible a la visión, ocasionando ceguera. Un caso de simple ojo rojo, puede de hecho ser un serio problema de uveítis».
La uveítis puede estar causada por trastornos autoinmunitarios como la artritis reumatoidea o la espondilitis anquilosante, infección o exposición a toxinas. Sin embargo, en muchos casos, la causa se desconoce. Si la uveítis es causada por una infección generalizada, el tratamiento puede consistir en antibióticos y antinflamatorios como los corticosteroides.
Los médicos aseguran que «un ojo rojo que no se resuelve rápidamente, debería ser evaluado y tratado por un oftalmólogo, debiendo acudir al especialista incluso con carácter de urgencia».
Conjuntivitis gonocócica
La conjuntivitis gonocócica es la conjuntivitis causada por Neisseria gonorrhoeae (gonorrea), una infección de transmisión sexual que también puede extenderse al ojo a través del contacto con secreciones genitales de una persona que sufra una infección genital por gonorrea.
Las infecciones graves producen una cicatriz en la conjuntiva, ocasionando anomalías en la película lagrimal. A veces, las conjuntivitis infecciosas graves se propagan a la córnea, la capa transparente situada delante del iris y la pupila y pueden causar ceguera.