Derecho a la vida  Abre en Maryland un nuevo centro para que las mujeres puedan abortar ilegalmente en el último trimestre de embarazo

El estado de Maryland, uno de los que tiene una legislación más proabortista de todo Estados Unidos, cuenta con dos centros donde está permitido practicar abortos en bebés perfectamente formados. Las propietarias del último centro abierto pretenden «acoger» a todas las mujeres que quieren acabar con la vida de sus hijos en su última etapa de embarazo, también las hispanoparlantes, ya que, como informan en su página web, «hablan español».

Partners in Abortion Care, último centro que ofrece este servicio en el estado, abrió recientemente en College Park –a pocos metros de la Universidad de Maryland– y anuncia abortos hasta el tercer trimestre del embarazo –de la semana 26 a la 40–.

El aborto es legal en Maryland, pero tiene unas restricciones. En este momento, el infanticidio es legal hasta la «viabilidad», momento del embarazo en el que un feto se ha desarrollado lo suficiente como para poder sobrevivir fuera del útero con ayuda médica. Por lo general, ocurre alrededor de las semanas 24 a 26 del embarazo. Estos asesinatos a fetos se estarían realizando, por tanto, de forma ilegal según las propias leyes del estado.

Los agresivos servicios incluyen el asesinato de un bebé después de las 26 semanas de gestación donde, mediante una ecografía, se puede observar que están perfectamente formados. Además, según los expertos, los corazones y cerebros de estos niños ya son funcionales y poseen un elemento de identidad único: sus huellas dactilares ya están formadas. Están, por ende, listos para nacer.

Alardean de sus «servicios»

En su página web, nada más acceder, lo primero que se ve es un párrafo en el que muestran orgullosos su criticada prestación. Según redactan con soberbia, Partners in Abortion Care es la «única clínica abortista dirigida por mujeres que ofrece abortos en todos los trimestres». Sin embargo, no se pueden consultar los tipos de procedimientos a los que se va a someter las mujeres. De igual manera, no aparecen por ninguna parte los riesgos ni las opciones para las madres embarazadas.

Poco después de conocerse el fallo del Tribunal Supremo de EE.UU. que devolvía a los estados la regulación del aborto, fueron varios los que prohibieron el infanticidio. Por ello, las propietarias del centro, Diane Horvath y Morgan Nuzzo, esperan «atraer a mujeres embarazadas» de estados del sur donde los abortos sí que están restringidos o son ilegales.

Hace unos años, según relata la agencia de comunicación, Horvath afirmó que si una mujer quería someterse a 12 abortos era libre de hacerlo. Además, junto a su compañera, anunciaron públicamente que su práctica del aborto es un negocio, y muy lucrativo.

El año pasado, organizaron una recaudación de fondos para abrir su negocio contra la vida, pero no hicieron otra cosa que engañar a la gente que contribuyó de manera económica. En su web mencionaron que eran una organización sin ánimo de lucro para ayudar a las mujeres embarazadas, pero terminó siendo todo lo contrario. Después de ganar el dinero suficiente a costa de los demás, mencionaron la palabra «negocio». La recaudación de fondos ascendió al menos a 370.000 dólares.