Los animalistas califican la ley de bienestar animal como «la más inútil de la historia»
El partido PACMA considera que el texto incluye diferentes ambigüedades que generan una «cascada de dudas» a los ciudadanos
La ley de bienestar animal que entra en vigor este viernes ni siquiera convence a los animalistas. El partido PACMA considera que la norma de protección y bienestar animal que entra parcialmente en vigor este viernes es «la más inútil de la historia» y advierte de que tal y como está planteada podría suponer «un grave retroceso» para los animales porque asegura que los colectivos que más los utilizan, ganan en «inmunidad».
Además, considera que la ley incluye diferentes ambigüedades que generan una «cascada de dudas» a los ciudadanos y que precisamente su falta de claridad compromete «seriamente su efectividad» y la protección de los animales.
Desde el inicio la formación animalista ha sido muy crítica con el texto legal porque advierte de que unificar las 17 leyes autonómicas supone «convenientes exclusiones» de los colectivos que se sustentan del uso de animales, como la tauromaquia, la ganadería, la experimentación, la caza y animales destinados a la explotación turística o festejos, como caballos, mulas, burros o animales destinados a actividades especificas y deportivas.
El presidente del PACMA, Javier Luna, opina que los colectivos que más animales explotan para el desarrollo de sus actividades, «han ganado inmunidad con esta ley» y se refiere en concreto a los cazadores y la industria alimentaria.
Así, lamenta que hasta la fecha, estos animales estaban «amparados» por algunas leyes autonómicas, ahora quedan «explícitamente fuera». Además, critica que a pesar de que entra este viernes en vigor, es «evidente que no está desarrollada en gran parte» y aún tienen muchas cuestiones pendientes de resolver.
Para el presidente del PACMA la ley se aprobó «a la desesperada» y con la vista puesta en un proceso electoral inminente como eran las elecciones autonómicas y municipales.
«Hubo una campaña de desinformación brutal, y lo que debía ser un proyecto ejemplificante y ambicioso, se quedó un instrumento político que carece de la profundidad y la reflexión necesarias para abordar de manera adecuada la protección animal», lamenta.
No obstante, se pone a disposición del Gobierno para mejorar la ley para adoptar un marco legal sólido y útil que garantice el respeto y la protección de «todos los animales».