En qué consiste el desprendimiento de retina que ha sufrido Feijóo y cómo será su recuperación
El tratamiento puede variar, pero en algunos casos los oftalmólogos recomiendan estar varios días, o incluso semanas, boca abajo
Este miércoles conocíamos que el líder de la oposición y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha sufrido un desprendimiento de retina, por el que ya ha sido intervenido quirúrgicamente. Aunque el PP ha informado que se trata de una «leve intervención médica» y que el gallego está ya en contacto con su equipo y «plenamente operativo», este tipo de problemas suelen requerir una recuperación lenta.
El desprendimiento de retina ocurre cuando la retina se separa de la parte posterior del ojo, lo que hace que deje de funcionar y que, por tanto, la visión sea borrosa. Según la American Academy of Ophtalmology, se trata de «un problema grave» que debe ser evaluado de inmediato por un oftalmólogo, ya que de lo contrario se podría llegar a perder la visión por el ojo afectado.
Los síntomas de esta afección son un aumento en la cantidad de miodesopsias (pequeñas manchas oscuras o líneas onduladas que flotan a través de su visión), destellos de luz en uno o ambos ojos o una sombra oscura o «cortina» a los lados o en el medio del campo visual, según explican desde el National Eye Institute.
Pero, ¿quién tiene más riesgo de presentar un desprendimiento de retina? Tal y como afirma el Institut Català de Retina, aproximadamente una de cada 10.000 personas se ven afectadas por ello cada año. Este grave problema ocular puede presentarse a cualquier edad, aunque es más común en la edad adulta y más frecuente en personas miopes y en aquellas con antecedentes familiares de esta condición. También tienen más posibilidades de sufrirla aquellos han tenido cirugía de cataratas, glaucoma u otro tipo de cirugía ocular.
Tratamiento
Una vez que se produce el desprendimiento de retina, el tratamiento siempre es quirúrgico. Los objetivos son cerrar el desgarro o rotura responsable del desprendimiento utilizando láser o crioterapia, y reposicionar la retina. Esto se puede lograr empujando la pared del globo ocular hacia el interior mediante la colocación de cinturones o piezas de silicona, o realizando una vitrectomía e introduciendo gas o aceite de silicona en la cavidad vítrea. La intervención se realiza de forma ambulatoria, bajo anestesia local y sedación.
Después de la operación, el oftalmólogo recetará al paciente medicamentos para aliviar el dolor y gotas que deberá usar durante varias semanas, y le indicará cuándo puede retomar sus actividades habituales. Como en cualquier cirugía, existen algunos riesgos, aunque son menores que los beneficios esperados para la visión. Entre los posibles riesgos de la intervención se incluyen hemorragias, nuevos desprendimiento de retina, aumento de la presión intraocular e infecciones.
Desde Clínica Baviera añaden que al paciente se le suele recomendar reposo postural a fin de evitar o minimizar la progresión del desprendimiento, facilitando el acto quirúrgico. En función del tipo de operación, puede incluir una recomendación de días o semanas que el intervenido tiene que estar boca abajo.
Este tipo de tratamiento se suele aplicar en caso de colocación de una burbuja de gas en el ojo. Recuperarse con la cabeza boca abajo permite que la burbuja flote en la posición correcta y mantiene así la retina en su lugar para que sane correctamente.