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01 de julio de 2024

La playa del Chinarral en Algeciras (Cádiz) totalmente plagada del alga invasora "Rugulopterix okamurae"

La playa del Chinarral en Algeciras (Cádiz) totalmente plagada del alga invasora «Rugulopterix okamurae»EFE

Investigadores españoles lideran un proyecto para utilizar el alga asiática en diferentes industrias

Desde el año 2015, según datos del Miteco, el alga Rugulopteryx okamurae ha ido «colonizando» la costa española con «importantes impactos ecológicos»

Un grupo de investigación multidisciplinar formado por químicos, matemáticos, biólogos, ecólogos y botánicos de las universidades de Alicante, Málaga y Granada trabaja en un proyecto de valorización del alga Rugulopteryx okamurae. Esta especie invasora, conocida comúnmente como alga asiática, contiene diversos compuestos químicos que «podrían ser útiles» para industrias como la alimentaria, la cosmética y el tratamiento de aguas.

Liderados por Mari Carmen Garrigós y Alfonso Jiménez del Grupo de investigación de Análisis de Polímeros y Nanomateriales (NANOBIOPOL) de la Universidad de Alicante (UA), el equipo científico busca una «alternativa sostenible y de bajo coste» que ayude a las administraciones públicas a gestionar las toneladas de algas que ya aparecen en todo el litoral sur de España, especialmente en Cádiz. Esta alga también ha llegado a Alicante e incluso a las islas Canarias, según ha indicado la institución académica alicantina en un comunicado.

El proyecto, financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Ministerio de Ciencia e Innovación (MICIN), es parte de una iniciativa de transición ecológica que busca ofrecer posibles usos y soluciones para la gestión de residuos de Rugulopteryx okamurae. Las pruebas de laboratorio indican que esta especie invasora contiene diversos compuestos químicos, como los polifenoles, conocidos por su potente actividad antioxidante y antibacteriana, explicó Mari Carmen Garrigós.

Además, los ácidos grasos analizados y extraídos del alga asiática son capaces de mantener el calor del ambiente, lo que supone una oportunidad para crear materiales de cambio de fase, es decir, termorreguladores. «Si aplicamos estas sustancias químicas a envases de alimentos biodegradables, conseguiríamos mantener la cadena de frío de alimentos refrigerados», precisó la investigadora de la UA.

Por otro lado, los investigadores han comprobado que este alga es capaz de retener metales pesados. «Al analizar las muestras, hemos encontrado arsénico, mercurio y otros contaminantes del mar. Esto significa que el alga Rugulopteryx okamurae tiene una alta capacidad para filtrar el agua», detalló Garrigós.

Conociendo su composición y sus «prometedoras» aplicaciones, el equipo de investigadores está desarrollando metodologías para la formulación de materiales de cambio de fase y para desarrollar biomateriales adsorbentes con potencial aplicación en envases inteligentes de alimentos refrigerados y en la eliminación de metales pesados del medio acuático.

Desde el año 2015, según datos del Miteco, el alga Rugulopteryx okamurae ha ido «colonizando» la costa española con «importantes impactos ecológicos», como alteraciones del hábitat marino, pérdidas de biodiversidad y afectación a especies y espacios protegidos incluidos en la Red Natura 2000. Además, está produciendo «importantes impactos económicos» en el sector pesquero por disminuciones de capturas y deterioro de artes de pesca, así como «elevados costes» para las arcas municipales derivados de la gestión de las algas en las playas.

El ecólogo de la UA César Bordehore ha explicado que el origen del alga asiática está asociado a las aguas de lastre de buques mercantes empleadas para estabilizar su flotación o por su incrustación en cascos de embarcaciones procedentes de países como Corea, Japón, China, Taiwán o Filipinas. «Esta especie tiene un alto poder colonizador y en algunos lugares crece formando un gran manto que destruye otras especies de gran interés, como la Posidonia oceanica, alterando el hábitat marino y afectando a sectores como el pesquero y el turístico por su acumulación y posterior retirada de las playas», señaló Bordehore.

En este sentido, Bordehore insistió en la importancia de monitorizar el mar de forma continua «para poder actuar antes de que las consecuencias afloren a la superficie y lleguen hasta la costa».

En el proyecto 'Materiales avanzados obtenidos mediante métodos de extracción sostenibles a partir de algas marinas alóctonas invasoras (Rugulopteryx okamurae, Dyctyotales)' participan, además de Garrigós y Jiménez, Marina Ramos, Ana Cristina Mellinas, Ignacio Solaberrieta, Soledad Roche, César Bordehore y David García de la Universidad de Alicante, con la colaboración de María Altamirano de la Universidad de Málaga y Julio De la Rosa de la Universidad de Granada.

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