¿Cuánto tarda un bosque quemado en recuperarse?
Un incendio es capaz de devorar miles de hectáreas en tan solo una hora, acabando con la vida silvestre y la vegetación
Comienza el verano y, aunque estos primeros días de la estación están marcados por los chubascos consecuencia de una DANA y las temperaturas aún no han sido especialmente abrasadoras, los meteorólogos prevén que el período estival sea, un año más, especialmente caluroso.
Por ello, el riesgo de que se produzcan incendios forestales en España aumenta considerablemente con la llegada de los meses más cálidos debido a la falta de humedad en los campos y a las altas temperaturas. Las causas de estos pueden ser naturales, como la caída de un rayo, pero lo más habitual es que se produzcan por causa antrópica, es decir, por intervención del ser humano tanto por accidentes consecuentes de conductas imprudentes –arrojar un cigarro, no apagar bien una fogata o quemar rastrojos– como de forma intencionada.
Sus efectos son devastadores sobre el medio ambiente, tal y como recuerdan desde Aquae Fundación. Acaban con la vida silvestre y la vegetación, el suelo sufre irreparablemente y se puede producir incluso la extinción de especies que viven en esos lugares. Asimismo, se contamina el aire debido a las grandes cantidades de humo que se libera a la atmósfera y el exceso de agua utilizada para extinguir los incendios puede causar la erosión del suelo.
Por otro lado, la ceniza y el humo pueden causar serios problemas de salud a las personas que padecen alergias y otros problemas respiratorios y se produce también una importante pérdida de ingresos para los trabajadores agrícolas, cuyos cultivos y animales fueron destruidos por el incendio forestal.
Tan solo un incendio es capaz de devorar miles de hectáreas en tan solo una hora, ya que condiciones ambientales como el viento pueden favorecer la rápida extensión de estos fenómenos. Siendo lo más importante la prevención para evitar que estos hechos se produzcan, también tiene mucha importancia el proceso de restauración del terreno dañado, que es lento y costoso.
Se estima que el suelo puede llegar a tardar entre uno y cinco años en volver a ser fértil, en función de la intensidad del incendio, pero un bosque puede tardar en recuperarse totalmente hasta 50 años. Y es que se trata de un proceso muy prolongado que comienza con una evaluación de daños tras el incendio para poder diseñar un plan de actuación.
Proceso de recuperación
En primer lugar, tal y como recoge la Fundación Ecolec, es esencial conservar la capa de ceniza que se ha creado, ya que contiene material orgánico y mineral que favorecerá su recuperación. A partir de ahí, se abre un período de uno a tres años en el que se priorizan actividades como la eliminación de plantas invasoras o acciones de plantación, clareo y recuperación de bosques autóctonos.
Tras aproximadamente tres años comienza la verdadera regeneración, en cuya etapa los objetivos se centran en una restauración ecológica que permita recuperar la estructura y el funcionamiento del ecosistema. Esto implica crear un espacio donde flora y fauna puedan convivir de forma autónoma y sostenible, similar a su estado original.