La energía solar superó por primera vez al carbón en producción de electricidad en la UE en 2024
España lidera el crecimiento de la producción de energía solar en Europa por segundo año y se sitúa a la cabeza en esta materia en la Unión Europea
La energía solar superó por primera vez al carbón en la generación de electricidad en la Unión Europea (UE) en 2024, elevando la participación de las energías renovables a casi la mitad de la producción eléctrica en los 27 Estados miembros del bloque.
Simultáneamente, la generación de electricidad a partir de gas en la UE «disminuyó por quinto año consecutivo, y la producción total de electricidad fósil alcanzó un mínimo histórico», destacó Ember, un grupo de análisis especializado en energía, en un informe publicado el jueves.
«Los combustibles fósiles están perdiendo su dominio sobre la energía de la UE», afirmó Chris Rosslowe, autor principal del informe European Electricity Review. «Al inicio del Pacto Verde Europeo en 2019, pocos podían imaginar que la transición energética de la UE avanzaría al punto actual: la energía eólica y solar han desplazado al carbón a los márgenes y están llevando al gas hacia un declive estructural», agregó.
El notable crecimiento de la energía solar, junto con la recuperación de la energía hidráulica, aumentó la cuota de las energías renovables al 47 % de la producción eléctrica de la UE, según el estudio. Por el contrario, los combustibles fósiles descendieron al 29 %, una caída significativa desde el 39 % que representaban en 2019, cuando las renovables apenas alcanzaban el 34% del mix energético.
«Desde 2019, el crecimiento de la energía solar permitió a la UE ahorrar 59.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles», señaló Rosslowe a la AFP. «Sin este crecimiento en la energía solar y eólica, la UE habría tenido que destinar estos fondos a combustibles fósiles para la generación de electricidad», explicó.
Las emisiones del sector eléctrico también se han reducido a la mitad en comparación con el máximo histórico alcanzado en 2007, añadió Rosslowe. El informe de Ember subraya que estas tendencias están extendiéndose por toda Europa. La energía solar está ganando terreno en todos los países de la UE, y más de la mitad de ellos han eliminado el carbón o reducido su participación en el mix energético a menos del 5%.
«Precios negativos» y almacenamiento
A pesar de estos avances, todavía quedan desafíos importantes, advirtió Rosslowe. «Es necesario acelerar los esfuerzos, especialmente en el sector eólico», que deberá más que duplicar su capacidad actual para 2030 respecto a los niveles de 2024. El sistema eléctrico europeo también deberá mejorar en flexibilidad y almacenamiento para aprovechar plenamente las energías renovables, que son intermitentes por naturaleza.
En 2024, la abundancia de energía solar contribuyó a reducir los precios del mercado eléctrico al mediodía, llegando en ocasiones a provocar «precios negativos» durante las horas de mayor producción, cuando la oferta superó ampliamente a la demanda. Estas situaciones representaron el 4 % de las horas en promedio en la UE, comparado con el 2 % en 2023, y se observaron en prácticamente todos los países miembros, según Ember.
Estas fluctuaciones de precios podrían beneficiar a los consumidores si se logra desplazar la demanda hacia las horas de mayor producción solar. Asimismo, los proveedores de electricidad podrían almacenar la energía sobrante durante los picos de producción y distribuirla en momentos de mayor demanda, como al final del día.
El despliegue de baterías ha avanzado significativamente en los últimos años, pasando de una capacidad instalada de 8 GW en 2022 a 16 GW en 2023, según Ember. Sin embargo, estas capacidades están concentradas en pocos países: el 70 % de las baterías se encontraban en Alemania e Italia a finales de 2023.
«Es crucial aumentar la flexibilidad del sistema energético para adaptarnos a las nuevas realidades», señaló Walburga Hemetsberger, directora general de SolarPower Europe, citada en el informe de Ember. La experta destacó la necesidad de «mayor almacenamiento y una electrificación más inteligente en sectores como la calefacción, el transporte y las industrias».
Jacopo Tosoni, de la Asociación Europea para el Almacenamiento de Energía (EASE), añadió: «La competitividad de la UE está profundamente ligada al rápido despliegue de energías limpias y soluciones de flexibilidad». «Las energías renovables y el almacenamiento están convirtiéndose en los pilares de la transición energética», concluyó.