El agua embalsada aumenta un 2,3 % en la última semana y se encuentra al 54,3 %

La reserva hídrica en España alcanza actualmente el 54,3% de su capacidad total, con los embalses almacenando 30.436 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, según los datos aportados por el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco). Durante la última semana, el volumen embalsado aumentó en 1.294 hm³, lo que representa un incremento del 2,3 % de la capacidad total. Este aumento está relacionado principalmente con las precipitaciones recientes, que han sido abundantes en la vertiente Atlántica, mientras que en la vertiente Mediterránea han sido escasas.

La situación por ámbitos hidrográficos es la siguiente: Cantábrico Oriental: 82,2 %, Cantábrico Occidental: 60,6 %, Miño-Sil: 60,2 %, Galicia Costa: 85,7 %, Cuencas internas del País Vasco: 100 % (capacidad total alcanzada), Duero: 67,3 %, Tajo: 58,6 %, Guadiana: 44,3 %, Tinto, Odiel y Piedras: 92,1 %, Guadalete-Barbate: 28,5 %, Guadalquivir: 37,8 %, Cuenca Mediterránea Andaluza: 28,8 %, Segura: 20,8 %, Júcar: 50,5 %, Ebro: 75,3 %, Cuencas internas de Cataluña: 32,3 %.

Análisis regional y evolución

Las cuencas del norte y noroeste peninsular, como Galicia Costa, Miño-Sil y Cantábrico, presentan niveles significativamente altos de reserva, gracias a las abundantes precipitaciones de las últimas semanas. Especial atención merece la Cuenca interna del País Vasco, que se encuentra al 100 % de su capacidad.

Por el contrario, las cuencas del sur y este peninsular, como Guadalquivir (37,8 %), Guadalete-Barbate (28,5 %), Cuenca Mediterránea Andaluza (28,8 %) y especialmente la Segura (20,8%), registran niveles preocupantemente bajos. Estas zonas, tradicionalmente más secas, enfrentan desafíos adicionales debido a la irregularidad de las precipitaciones.

Durante la última semana, las lluvias más intensas se concentraron en la vertiente Atlántica, con un máximo registrado en Santiago de Compostela, donde se acumularon 183,1 mm (183,1 l/m²). Este aporte ha sido clave para el aumento de reservas en las cuencas del norte y noroeste peninsular.

A pesar del aumento registrado, los niveles en algunas cuencas, especialmente las del sureste, reflejan la necesidad de una gestión hídrica más eficiente y de inversiones en infraestructuras que optimicen el uso del agua. La persistente sequía en la vertiente Mediterránea subraya la importancia de las políticas de adaptación frente al cambio climático y el desarrollo de recursos hídricos alternativos como la desalación y la reutilización de aguas residuales.

La situación actual pone de manifiesto los contrastes hídricos en España, donde regiones con abundancia de agua conviven con áreas en déficit crítico, lo que requiere soluciones integrales para garantizar el suministro sostenible en todo el territorio.