Este miércoles, día de transición entre Laurence y Martinho, que entra el jueves con viento y más lluvias

Los remanentes de la borrasca Laurence traerán este miércoles un cielo cubierto, precipitaciones intensas en Castellón y Cataluña, y un ascenso de las temperaturas máximas en el interior del país. Esta jornada se presenta como una etapa de transición antes de la llegada de Martimho, el próximo fenómeno meteorológico previsto para el jueves, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Laurence, que avanza por el noreste peninsular, dejará lluvias y nubosidad en la mitad septentrional del área mediterránea y en Baleares. Sin embargo, estas precipitaciones tenderán a disiparse progresivamente de sur a norte a medida que la borrasca se aleje. La jornada también estará marcada por la presencia de nieblas matutinas en entornos montañosos y por nevadas en los Pirineos, donde la cota de nieve ascenderá desde los 1.500 hasta los 2.000 metros.

En el resto del territorio, predominarán los cielos nubosos con lluvias débiles, especialmente en las montañas de la vertiente atlántica y en el oeste de Galicia, Extremadura y Andalucía. A lo largo del día, las nubes darán paso a claros en amplias zonas. En contraste, el sureste peninsular y Canarias gozarán de cielos despejados en general.

Las temperaturas máximas experimentarán un ascenso, salvo en el noreste de Cataluña, donde descenderán. Las subidas más notables se registrarán en buena parte del interior de las mitades norte y este, así como en el centro peninsular. En cuanto a las mínimas, aumentarán en Galicia, el Cantábrico, Baleares y el noreste, mientras que descenderán en el valle del Guadalquivir y el sureste. También se esperan heladas débiles en áreas elevadas del este peninsular.

El viento soplará con intensidad moderada del este y sureste en la Península y Baleares, con rachas fuertes o muy fuertes en el Ampurdán, Menorca, Alborán, Galicia, el Sistema Central y algunas zonas del Cantábrico. En Canarias, el viento será de componente oeste, moderado en general, aunque con rachas muy intensas en las cumbres de la mitad occidental del archipiélago.