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Una abeja recoge néctar y polen

Una abeja recoge néctar y polenEFE

Primavera de alta intensidad para alérgicos: el polen llegará antes y durará más

Los expertos advierten que estos cambios no solo afectan a quienes ya padecen alergia, sino que también pueden hacer que personas no alérgicas desarrollen sensibilización

El polen llegará antes y permanecerá más tiempo en el ambiente esta primavera debido a las abundantes lluvias de febrero y marzo, junto con las altas temperaturas registradas durante el invierno. Esta combinación podría intensificar y prolongar los síntomas de la alergia.

Según las previsiones presentadas este jueves por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), este año la estación polínica tendrá una mayor duración, con un inicio anticipado en abril y una posible extensión hasta finales de junio e incluso septiembre en algunas zonas.

La SEAIC advierte que el cambio climático está generando un entorno más hostil para las personas alérgicas. El aumento de las temperaturas favorece una mayor producción de polen y una concentración más elevada de alérgenos en los granos, lo que prolonga la presencia de polen en el aire.

El doctor Juan José Zapata Yébenes, presidente del comité de aerobiología de la SEAIC, destaca que las plantas experimentan un «estrés» significativo cuando se ven sometidas a temperaturas extremas, lo que afecta aún más a la cantidad de polen liberado. Además, las lluvias de marzo podrían influir en la intensidad y duración de los picos alérgicos. «Las condiciones climáticas actuales están provocando estaciones polínicas cada vez más largas, lo que supone un mayor impacto en los pacientes alérgicos», señala Zapata.

La contaminación agrava la sensibilidad al polen

Además del clima, la contaminación atmosférica está exacerbando la sensibilidad a los alérgenos y aumentando sus efectos sobre la salud respiratoria. La SEAIC explica que los contaminantes alteran la barrera protectora de la mucosa nasal, la piel y la conjuntiva ocular, facilitando la penetración del polen y otros aeroalérgenos.

El doctor Zapata advierte que estos cambios no solo afectan a quienes ya padecen alergia, sino que también pueden hacer que personas no alérgicas desarrollen sensibilización. «El cambio climático y la contaminación están generando modificaciones tanto en el interior como en el exterior del cuerpo, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar alergias», afirma.

De hecho, la SEAIC estima que en las próximas décadas más de un tercio de la población mundial podría padecer alergia respiratoria, con el polen como uno de los principales desencadenantes.

Concentraciones de polen en niveles récord

El sur de la península será la zona más afectada, con niveles máximos en Extremadura, Sevilla y Jaén, donde se prevén concentraciones históricas de entre 16.000 y 19.000 granos/m³. «En estas áreas habrá una afectación especialmente intensa en la población», advierte Zapata, mientras que Córdoba y Granada presentarán un riesgo algo más moderado.

En el centro peninsular, los pólenes de gramíneas, olivo, plátano de sombra y cupresáceas tendrán una gran presencia, afectando significativamente a Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid. En Toledo, se espera una primavera especialmente intensa con concentraciones de hasta 6.000 granos/m³.

En el norte, destaca el caso de Vitoria, donde se prevén cerca de 5.200 granos/m³, mientras que en Logroño y Pamplona se espera una temporada moderada.

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