Un ordenador caro no siempre es la solución: los 10.000 euros que no fueron suficientes
Un equipo asequible bien seleccionado puede rendir tan bien como uno más caro para tareas específicas
Cuando pensamos en comprar un nuevo ordenador, la idea de que el modelo más caro será el mejor es habitual. Sin embargo, un equipo de precio elevado no siempre es la solución ideal para nuestras necesidades. El mercado de ordenadores ofrece una variedad de opciones que, si se eligen con criterio, pueden ajustarse perfectamente al presupuesto sin sacrificar rendimiento.
Hace unos días sucedió un hecho interesante que puede ayudar en la elección de un nuevo ordenador. En el mundo del gaming, existe una creencia popular: cuanto más caro es tu equipo, mejor jugador serás. Sin embargo, un experimento del youtuber Linus Tech Tips se ha viralizado por el resultado. Tras invertir casi 10.000 euros en construir un ordenador con los mejores componentes del mercado, el resultado fue que un PC caro no garantiza mejores resultados, en este caso, en los videojuegos.
Habilidad
Tras varias sesiones de prueba, la conclusión fue que gastar miles de euros en un PC no te convierte automáticamente en mejor jugador. Aunque el equipo de alta gama ofrecía ventajas en gráficos y tiempos de respuesta, no fue suficiente para superar el elemento más importante: la habilidad del jugador.
Gastar miles de euros en un PC no te convierte automáticamente en mejor jugador
En el experimento, se comparó con otro equipo más modesto de apenas 600 euros. Aunque las diferencias técnicas entre ambos eran claras —mejor calidad visual, menor latencia y más fluidez en el equipo caro—, al final, la habilidad fue lo que determinó el resultado. Un jugador experto, usando el PC económico, logró vencer a un jugador normal con el equipo de gama alta.
Al elegir un ordenador y antes de fijarnos en el precio, es esencial tener claro para qué se utilizará el ordenador:
- Trabajo de oficina o estudios: si solo se necesita para navegar por internet, utilizar programas de oficina (Word, Excel, etc.) y realizar tareas cotidianas, no es necesario invertir en un equipo de alta gama.
- Juegos o edición multimedia: si se planea usar programas pesados de edición de video, diseño gráfico o jugar a videojuegos exigentes, un ordenador con mayor potencia gráfica y de procesamiento es la solución.
- Movilidad: si el comprador es una persona que viaja mucho o trabaja en diferentes sitios, un portátil liviano y con buena batería será prioritario.
Comprar un ordenador sin conocer sus especificaciones solo llevará a pagar más por componentes que realmente no se necesitan.
- Procesador (CPU): la «cabeza» del ordenador. Para tareas sencillas, procesadores como Intel Core i3 o AMD Ryzen 3 pueden ser suficientes. Si se necesita mayor rendimiento, se recomienda procesadores como el Intel Core i5 o i7, o AMD Ryzen 5 y 7.
- Memoria RAM: la cantidad de RAM afecta cuántas tareas se pueden realizar al mismo tiempo. 8 GB de RAM empieza a estar en desuso porque las pestañas de los navegadores colapsan la memoria. Lo normal es empezar por 16 GB.
- Disco duro o SSD: un SSD (unidad de estado sólido) ofrece tiempos de carga mucho más rápidos que un disco duro tradicional. Los SSD, aunque tengan menos capacidad, que ofrecen un rendimiento superior.
- Tarjeta gráfica (GPU): fundamental solo si se trabaja con gráficos pesados o juegas a videojuegos. Para usuarios normales, una tarjeta gráfica integrada es suficiente.
Calidad
El diseño y la durabilidad son aspectos a tener en cuenta, sobre todo en los portátiles. Los equipos más caros suelen tener materiales más resistentes como el aluminio, pero hay opciones más asequibles con acabados plásticos que también ofrecen una buena vida útil. No obstante, si se planea mover mucho el equipo, la calidad de construcción puede ser un aspecto por el que merezca la pena gastar un poco más.
Pantalla
La resolución de la pantalla es importante según el uso. Para tareas cotidianas, una pantalla Full HD (1920x1080) es más que suficiente. Si se trabaja con edición de imágenes o vídeos, una resolución mayor o mejor reproducción de colores puede marcar la diferencia. Sin embargo, no siempre hace falta optar por las pantallas más caras si el uso no lo justifica.
Conectividad
Aunque pueda parecer un detalle menor, el número y tipo de puertos disponibles en un ordenador pueden ahorrar problemas más adelante. El equipo debe tener puertos USB suficientes y USBC, una entrada HDMI (si es necesario), y compatibilidad con Wifi y Bluetooth de última generación.
Autonomía
La duración de la batería de un portátil es un aspecto esencial. Algunos ordenadores más caros ofrecen baterías de larga duración, pero existen modelos de precio más moderado que también pueden ofrecer varias horas de uso sin necesidad de estar enchufado constantemente.
Garantía
No importa lo caro o barato que sea el equipo, siempre existe la posibilidad de que algo falle. Revisar las políticas de garantía y el servicio técnico que ofrece la marca es clave. Algunas marcas ofrecen mejores garantías o servicios de reparación más accesibles, lo que puede ser determinante a largo plazo.
Revisar las políticas de garantía y el servicio técnico que ofrece la marca es clave
El precio elevado a menudo viene acompañado de una marca prestigiosa, pero esto no siempre garantiza una mejor experiencia. Se deben las opiniones de otros usuarios sobre el modelo específico. Esto dará una visión más clara sobre posibles problemas o ventajas que no son evidentes a primera vista.
Invertir en un ordenador no significa necesariamente gastar una gran cantidad de dinero. Es crucial evaluar las necesidades personales y las especificaciones técnicas antes de decidir. Muchas veces, un equipo asequible bien seleccionado puede rendir tan bien como uno más caro para tareas específicas.