
Raya blanca del Pacífico
«Es algo nunca visto»: la sorprendente respuesta de una bióloga tras encontrar miles de huevos bajo un volcán submarino
Tal como revela la investigación, en este peculiar hábitat habrían encontrado miles de huevos gigantes de raya blanca del Pacífico (Bathyraja spinosissima), una especie prácticamente desconocida.
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A día de hoy, nuestros océanos siguen estando –en gran medida– inexplorados. Solamente el 20 % del fondo marino está actualmente cartografiado, motivo por el que la gran mayoría de las profundidades de nuestro planeta son una absoluta incógnita. De hecho, los últimos hallazgos relacionados con el fondo oceánico siguen suponiendo un seísmo para la comunidad científica, dado su rareza y alto valor.
En este contexto, un equipo de científicos de la institución federal canadiense Pêches et Océans hizo un hallazgo sin precedentes en las profundidades del océano Pacífico, frente a la costa de la isla de Vancouver. El equipo halló un volcán submarino a unos 1.500 metros de profundidad. A pesar de que durante años los científicos pensaron que se encontraba 'dormido', recientes expediciones han revelado que sigue emitiendo calor y minerales.

Chimeneas junto a la que se encontraron los huevos de raya
Sin embargo, este descubrimiento no fue lo realmente llamativo. A lo largo de los 2.000 kilómetros cuadrados que tiene esta montaña submarina, los expertos encontraron un ecosistema realmente sorprendente, dado que se trataba de un entorno carente de luz solar o actividad térmica. Tal como revela la investigación, publicada en el portal francés Armées, en este peculiar hábitat habrían encontrado miles de huevos gigantes de raya blanca del Pacífico (Bathyraja spinosissima), una especie prácticamente desconocida.

Un pulpo se acerca a los huevos de raya hallados bajo el océano
«Es algo nunca visto», afirmó la experta, quien explicó que estos huevos, de aproximadamente 50 centímetros de diámetro, superan el tamaño medio para esta especie. De hecho, se trata de la mayor zona de cría jamás registrada para estas rayas, con estimaciones que superan el millón de huevos repartidos en el lecho marino.

Los expertos manipulan los huevos de raya hallados bajo el océano
¿Hábitat incompatible con la vida?
A pesar de la dificultad para la gestación de vida —dada la zona abisal en la que se encuentra este volcán—, el calor que desprende desempeña un papel crucial en la incubación de los huevos.
«Las crías tardan cuatro años en desarrollarse. El agua cálida probablemente acelera el período de gestación, lo que brinda a las crías una mejor oportunidad de eclosión. La cima poco profunda de este monte submarino también es lo suficientemente segura para que las rayas jóvenes crezcan antes de descender a las profundidades», explica la bióloga Du Preez en declaraciones recogidas por Science Post France.

Una raya blanca del Pacífico (Bathyraja spinosissima)
En lo que respecta a la raya blanca del Pacífico, se trata de una especie que de momento sigue siendo un gran enigma para los científicos. Habitual en grandes profundidades —entre los 800 y los 2.900 metros— y con un peso que puede superar los dos metros de longitud y los 45 kilos de peso, se sabe que sus huevos tienen una forma bastante peculiar, motivo por el que son apodados como «raviolis de mar» o «cojines flotantes».

La cima del monte submarino estaba cubierta de miles de huevos gigantes
Con este último hallazgo, los investigadores de Pêches et Océans no solo han confirmado la actividad de este volcán, sino también la gran inteligencia de esta especie, capaz de aprovechar un entorno peculiarmente hostil para incubar sus huevos.
De igual manera, este reciente descubrimiento frente a las costas de Vancouver no es el único protagonizado por esta especie. Ya en 2018 descubrieron respiraderos hidrotermales en las islas Galápagos, lugar donde también encontraron huevos de raya en aguas termales. Un ejemplo más de la peculiar biodiversidad marina en aguas muy profundas.