Así es el histórico y lujoso palacete parisino que Sánchez ha regalado al PNV
El palacete acoge la sede del Instituto Cervantes en París y el Estado deberá pagar al PNV un alquiler mensual para seguir usándolo
La cesión por parte del gobierno al PNV del histórico palacete que alberga una de las dos sedes del Instituto Cervantes en París se ha convertido en el culebrón político del momento.
El edificio que Sánchez ha regalado a los nacionalistas vascos como pago por su apoyo parlamentario se encuentra en la avenida Marceau 11, una de las zonas más exclusivas de la capital francesa, casi a orilla del Sena, a tiro de piedra del Arco de Triunfo, también muy cerca de Trocadero y la Torre Eiffel, al igual que del Grand Palais.
Se trata de un bonito palacete de dos plantas, semisótano y buhardilla, estilo Haussmann. En su interior custodia uno de los conjuntos decorativos más valorados del estilo de la III República.
Construido en 1883 por el arquitecto Paul Déchard, acogió la residencia del directivo de los grandes almacenes Au Bon Marché; Narcisse Fillot, y su familia.
El edificio no acoge a alumnos del Instituto Cervantes, aunque sí la histórica Biblioteca Española, con una sala de lectura decorada con el famoso retrato de Manuel de Falla realizado por Ignacio de Zuloaga, así como un gran fresco en el techo obra del pintor Jean-Alfred Marioton.
La Biblioteca Española es el gran tesoro que custodia el palacete ahora inscrito por el PNV como de su propiedad. Atesora un fondo formado por unos 50.000 documentos entre los que hay libros antiguos, primeras ediciones, libros raros…
A pesar de que el decreto-ley 9/2024 del 23 de diciembre de 2024 en virtud del cual el gobierno cedió al PNV la propiedad del inmueble no fue convalidado por el Congreso de los Diputados en el rechazo a la ley ómnibus el pasado 22 de enero y por lo tanto ha quedado derogado, los nacionalistas vascos argumentan que mientras la ley estuvo en vigor formalizaron la propiedad del inmueble al registrarlo, por lo que la cesión es ya irreversible.
El decreto estipulaba que el Instituto Cervantes podrá seguir haciendo uso del inmueble hasta el 31 de diciembre de 2030, pero que el Estado deberá pagar al PNV un alquiler mensual, lo que convierte a los nacionalistas vascos en rentistas del Estado.
Sustentaba este decreto, además, en la Ley de Memoria Democrática 20/2022 del 19 de octubre de 2022, en concreto en su disposición adicional novena, donde se estipulaba la restitución o compensación a los partidos políticos por la incautación de sus bienes durante el franquismo.
Es a ese argumento al que se han aferrado los nacionalistas vascos para reclamar la propiedad.
Según señala el PNV, el inmueble lo adquirió el partido el 12 de septiembre de 1936 antes de la aprobación del Estatuto de Autonomía y de la formación del gobierno vasco con fondos recaudados por el partido.
Tras el fin de la Guerra Civil, defiende el PNV, el gobierno vasco en el exilio se instaló en el palacete hasta el 19 de julio de 1943, cuando las autoridades del París ocupado por los nazis establecen que el gobierno español pasa a ser el nuevo propietario del edificio al no reconocer la legitimidad de ningún gobierno vasco.
Sin embargo, ya en 2003, durante el gobierno de José María Aznar, el Tribunal Supremo había desestimado el recurso de los independentistas para obtener la cesión del inmueble. Argumentaba entonces el Supremo que la titularidad del inmueble no estaba clara y que, en cualquier caso, la documentación aportada por el PNV apuntaba más a una propiedad del gobierno vasco que del partido.