
La historiadora del arte María Fidalgo en la redacción de El Debate
Entrevista con la historiadora María Fidalgo Casares
María Fidalgo: «Hispanoamérica le debe todo a Hernán Cortés»
Historiadora del Arte y académica de Historia, María Fidalgo, conversa con El Debate y afirma que detrás de los desastres sufridos por España en el pasado siempre hay una decisión política errónea
María Fidalgo Casares (Ferrol, 1964) es doctora en Historia del Arte, crítica de arte y literatura.
Experta en pintura histórica y de temática militar —además de experta en pintura gallega y en el movimiento cultural de la movida de los 80— es colaboradora de El Debate, donde dirige el exitoso podcast Grandes gestas de la Historia.
Especialista en la obra de Augusto Ferrer-Dalmau, María Fidalgo cuenta en El Debate la trascendencia de la obra del pintor que ha vuelto a suscitar interés en España por la pintura de temática histórica y militar, y reflexiona también sobre las grandes gestas de España.
— Usted es especialista en la obra de Ferrer-Dalmau. ¿Por qué cree que es importante su obra?— Es que ha sido un antes y un después en la pintura española, porque hacía casi más de 150 años que no se hacía pintura de historia.
Entonces, en la época donde la vanguardia sigue siendo una dictadura en el arte oficial (no hay más que ver ARCO), surge un hombre que es un académico pintando: que dibuja, que colorea, que compone, pues es un rebelde dentro de lo que es la pintura artística.
Pero es que encima, además, cultivó un género, no solo obsoleto, como era la pintura histórica, sino un género que resulta un poco incómodo para los tiempos de ahora.
Es un género que reivindica el orgullo por la historia de España, una pintura que ha venido a llenar, además, un hueco iconográfico, porque había muchas gestas españolas que no tenían imagen, y hoy si no hay imagen no existe.
Además, es un artista que todo lo ha hecho sólo, porque ha hecho una carrera independiente, no le ha apoyado ninguna diputación, ningún organismo. Tiene un sello propio, que es difícil de lograr dentro del mundo académico, donde es difícil innovar.
Un cuadro de Ferrer Dalmau se reconoce enseguida, porque tiene una excelencia técnica incuestionable, y tiene ese fondo para los que se sienten muy patriotas. Cuando se ve un cuadro de Ferrer-Dalmau muchos patriotas sienten que les representa y que representa la historia de España.
— ¿Cómo explica el éxito de la obra de Dalmau en un momento donde la vanguardia artística parece haber perdido totalmente el norte?
— La vanguardia ha perdido el norte, pero es que la vanguardia significa ‘una cosa adelantada’, y llevamos 150 años de vanguardia. Es increíble.
Hay muchas razones que explican ese éxito. Una es que la gente estaba harta. Llega un momento, cuando te ponen ese plátano con la cinta aislante, que dices: ‘A mí me están tomando el pelo’.
Hay coleccionistas que tienen de todo y que quieren tener un Ferrer-Dalmau, porque también ha saltado al mundo del coleccionismo
Yo comparo estas cosas con el cuento del emperador, que nadie se atreve a decir que eso es un bodrio. Había mucha gente que se había desencantado con el arte y que ni le interesaba. Y de repente ven a un pintor que pinta, que compone, y dicen: ‘Me gusta lo que veo, aunque no entienda lo que estoy viendo. Pero veo algo, y me gusta’.
Ese resorte, de la gente que estaba harta de la vanguardia, vuelve a pensar que el arte merece la pena.

Un momento de la conversación con María Fidalgo
Esa gente es fan de Ferrer-Dalmau aunque no le guste la historia, porque ve que hay un pintor nuevo que vuelve a los principios clásicos de la pintura. Eso hace que a la gente le guste.
Ahora, por ejemplo, hay coleccionistas que tienen de todo y que quieren tener un Ferrer-Dalmau, porque también ha saltado al mundo del coleccionismo.
España ha tenido muy poca pintura de historia militar, y ha venido a cubrir huecos, como la guerra de África, los Tercios…, episodios de lo que no había imágenes.
— ¿Los cuadros de Ferrer-Dalmau son una buena forma de acercar a los españoles a su historia y despojarlos de prejuicios negrolegendarios?
Totalmente. Por ejemplo, para acercarnos al mundo de los carlistas. Hay mucha gente, que ahora le gusta Ferrer-Dalmau, y que nunca habían oído hablar de las guerras carlistas. Y cuando ven un cuadro de Ferrer-Dalmau, con esas cargas de caballería, con esas boinas rojas, se preguntan: ‘¿Y estos quiénes eran?’.
Muchos están acostumbrados a oír que los carlistas eran unos anacrónicos, malísimos, carcas…, y de repente ven ese Zumalacárregui poderoso, bravo…, y se plantean que ‘este cómo va a ser un hombre carca. Este es un hombre que vale mucho’.
Ferrer-Dalmau, contribuyó mucho a la visibilización del episodio de la carga de Alcántara
Entonces hay como un revulsivo para investigar qué es lo que pinta Ferrer-Dalmau. O en la guerra de África, la famosa carga de los jinetes de Alcántara, que se inmolaron para salvar a sus compañeros, no habían tenido ni la Laureada. No habían tenido ningún reconocimiento. Eso fue en el desastre de Anual.
Pues, en el 2012, se le da la Laureada, que no quiero decir que haya sido por los cuadros de Ferrer-Dalmau, pero sí contribuyó mucho a la visibilización del episodio de la carga de Alcántara. Porque, a través de los cuadros de Ferrer-Dalmau, la gente los vio. Vio cómo cabalgaban hacia la muerte, vio cómo se enfrentaban a los rifeños…
La gente por medio de su pintura se siente orgullosa desde el soldado de los Tercios que está en Rocroi hasta el carlista del que nunca había hablar, o hasta ese Cisneros entrando en Orán… Es una revolución de estímulo al estudio de la historia.
— En su podcast en El Debate habla de las grandes gestas españolas, ¿cuáles cree que han sido las tres más trascendentales?
— No podría decirlo. Hay algunas gestas que me gustan más que otras, por unas razones u otras. Hernán Cortés, al que todavía le he dedicado un podcast, me parece el gran prohombre de la historia, por encima de Alejandro, de Napoleón y de cualquiera, por la repercusión que tuvo en la creación de Nueva España y cómo luego fue trasladando ese modelo a toda América. Hispanoamérica le debe todo a Hernán Cortés.
Las Navas de Tolosa me parece impresionante por lo que supone para la Reconquista
Las Navas de Tolosa también me parece impresionante por lo que supone para la Reconquista… España está llena de gestas, y muchas todavía no se conocen, pero, a través de El Debate hay muchos años para contarlas.
— Y puestos a citar episodios lamentables de la historia de España, ¿cuál citaría?
— Por ejemplo, en la Guerra de África, los políticos estuvieron muy mal, o en la Guerra de Cuba. A veces el Ejército está prisionero de las decisiones de los políticos. Entonces, cuando se juzga mal a unos militares españoles, normalmente hay detrás una decisión política errónea.
El hecho más lamentable…, sería muy difícil decir uno, pero les echaría la culpa a los políticos de los que dependía, no al Ejército.
— ¿Por qué cree una parte de la sociedad española reniega de su historia, incluso de su nación?
— El negrolegendarismo nos ha impregnado desde hace mucho tiempo. Aunque le echamos la culpa a los extranjeros, que si la leyenda negra de los Orange, que si el indigenismo…, ya desde el año 98, cuando la pérdida de Cuba y Filipinas, hay una especie de catarsis en la sociedad española y es cuando se dice esa frase de ‘hay que echar no sé cuántos cerrojos al sepulcro del Cid’, echando la culpa al hecho de que España hubiera sido una nación grande a la depresión del fin del siglo XIX. Me parece una barbaridad.
Las corrientes historiográficas con poso marxista van en contra de la grandeza de España
Sí es cierto que las corrientes historiográficas, casi siempre con un poso marxista, van en contra de la grandeza de España.
Incluso ya los Borbones atacaban a los Austrias. Por ejemplo, de los Tercios, prácticamente, hasta que se escribe Alatriste y se hacen los cuadros de Ferrer-Dalmau, llevábamos siglos sin hablar de ellos. Porque con la llegada de los Borbones llegaron otros monarcas y con ellos otro sistema militar. Se olvidaron los Tercios que fue una infantería invicta durante siglos.
Por lo tanto, los propios españoles somos culpables de la propia leyenda negra. Tampoco se estimula el amor por España en los colegios. Pero no es de ahora, yo soy una niña del franquismo y a mí tampoco me enseñaron las gestas de España.
En cambio, en otros países, como Estados Unidos, siempre se les va educando en el amor a su país. Nosotros, por desgracia, tenemos una cultura patriótica, no mala, inexistente. El amor a España no está en ninguna parte.
Para colmo, tenemos a los historiadores marxistas, que dominan las facultades… En Andalucía, por ejemplo, acaban de quitar como obligatoria la Historia de España en la Selectividad. Hay una corriente que pretende que la Historia empiece en los siglos XIX y XX, y que no haya nada de lo anterior. Todo eso está echando paladas y paladas contra nuestra propia historia.
Aunque yo soy optimista, y veo esa resurrección de la bandera de Borgoña, del auge de los recreadores, que recrean la batalla de Bailén o los Tercios… Hay un resurgimiento en la sociedad civil, al margen del poder oficial, de ese interés por buscar la historia.
Este amor por la historia de España también está muy relacionado con lo de la independencia de Cataluña. Cuando nos quieren decir que somos una nación de naciones y esas invenciones pues se produce ese resurgir de lo que llaman el españolismo (mal llamado), el nacionalismo español (mal llamado). Es un revulsivo contra lo otro. Es una reacción de defensa de la verdad histórica.